Las 17 víctimas de los atentados del 17 y 18 de agosto de 2017 en Cataluña (noreste de España) fueron hoy recordadas con flores, música, poesía y aplausos, por sus familiares, representantes del Estado, de diferentes niveles de gobierno, fuerzas políticas y ciudadanos.
En actos celebrados en La Rambla y en la Plaza de Cataluña en Barcelona, se destacó la necesidad de mostrar respeto a los muertos y heridos, al darse protagonismo a los familiares de las víctimas más allá de los propios representantes institucionales.
Las tensiones derivadas del proceso independentista generaron algunos incidentes, como la colocación de dos pancartas grandes en la Plaza de Cataluña y en La Rambla en contra de la presencia del rey de España.
Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, encabezaron junto al presidente del gobierno, Pedro Sánchez; de la Generalitat catalana, Joaquim Torra, y la alcaldesa Ada Colau, el acto “Barcelona, ciudad de paz” en la Plaza de Cataluña.
La periodista Gemma Nierga condujo el acto que dijo es para manifestar solidaridad con las víctimas, de reconocimiento a los cuerpo de seguridad y emergencia por su esfuerzo hace un año, así como a la ciudadanía por su reacción para apoyar a los afectados.
Con camisetas blancas, los alumnos de las Escuelas Municipales de Música interpretaron “El canto de los pájaros”, de Pau Casals; y posteriormente se leyó un poema de John Donne en los idiomas de las víctimas: catalán, español, inglés, francés, italiano, alemán y portugués.
Asimismo, se interpretaron temas como “Somewhere over the rainbow” de El Mago de Oz; “Imagine”, de John Lennon; “Aleluya”, de Leonard Cohen; “Qualsevol nit pot partir el sol”, de Jaume Sisa.
Tras finalizar el acto, los reyes y representantes institucionales saludaron a los familiares de las víctimas que habían ocupado las únicas sillas colocadas frente al escenario.
La llegada y salida del monarca arrancó algunos gritos de “Viva el rey” y aplausos de una parte de los asistentes, mientras otros mandaban callar cualquier otra reivindicación política.
Antes de ese acto, los familiares de las víctimas por una parte, y una representación institucional por otra, colocaron flores en el mosaico de Joan Miró de La Rambla, donde hace un año quedó la furgoneta que atropelló a numerosas personas.
La ceremonia, breve y silenciosa, también careció de discursos, como pidieron las asociaciones de víctimas y el propio Ayuntamiento de Barcelona, que trató de evitar reivindicaciones políticas en esta fecha.
A pesar de las tensiones políticas por el proyecto independentista, los reyes y representantes del gobierno e instituciones del Estado, se saludaron con algunos de los políticos secesionistas, como Torra, el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent y otros.
Tanto la alcaldesa Colau como el gobierno español habían tratado de evitar que se repitieran los abucheos al rey, las banderas y las pancartas independentistas como ocurrió el 26 de agosto de 2017 en una manifestación contra el terrorismo en Barcelona.