BUENOS AIRES. — El Fondo Monetario Internacional le dio un respiro al gobierno del conservador Mauricio Macri al ampliar un acuerdo crediticio con Argentina, sumida en una crisis económica que pone en riesgo la pretendida reelección del mandatario el próximo año.
El organismo amplió en 7 mil 100 millones de dólares el acuerdo firmado con el país en junio por 50.000 millones y resolvió adelantar fondos para despejar los temores sobre un eventual cese de pagos del país sudamericano, anunciaron el ministro de Economía argentino Nicolás Dujovne y la titular del FMI, Christine Lagarde, en el consulado argentino en Nueva York.
El ministro explicó que este año el país recibirá 13 mil 400 millones de dólares de los 6 mil previstos originalmente mientras que en 2019 la cantidad se elevará de 11 mil 400 a 22 mil 800 millones.
Esto es para que Argentina “pueda seguir afrontando los desafíos que la actual situación internacional le está presentando”, dijo Lagarde. “El Fondo Monetario mantiene su compromiso de ayudar a Argentina”.
Los fondos forman parte del acuerdo suscrito en junio con el FMI, al cual Argentina acudió después de casi dos décadas para hacer frente a una crisis cambiaria iniciada en mayo.
Desde comienzos del año la moneda local, el peso, ha perdido más del 50% de su valor, lo que ha desatado frecuentes y masivas protestas, la última de ellas el martes cuando los principales sindicatos realizaron una huelga general.
Pero una nueva tormenta cambiaria en agosto, que los economistas atribuyeron en parte a errores del gobierno pero también al impacto de las turbulencias en Brasil y Turquía, provocó una fuga de dólares que puso en duda la capacidad del país sudamericano para cumplir sus obligaciones financieras en 2019.
En ese contexto el Ejecutivo pidió al FMI un adelanto de fondos a cambio de modificar muchas de las pautas que se habían acordado en junio, entre ellas la de inflación.
El alza del costo de vida será de al menos 40% para todo 2018, según un informe publicado por el Banco Central. En una economía fuertemente atada al dólar como la argentina, el impacto de una devaluación se traslada de inmediato a los precios.
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