Una investigación internacional se hizo pública y causó gran controversia en el mundo del arte, y es que Jean-Luc Martinez ex director del museo del Louvre, situado en París, Francia, fue acusado por complicidad de fraude organizado y lavado de dinero por el tráfico de antigüedades del Medio Oriente y Oriente Próximo.
Libia, Siria, Irak y Egipto son de los países que fueron saqueados y víctimas del fraude.
A Martínez se le adjudicó traficar arte con gran relevancia histórica, como la lápida de Tutankamón, además de permitir que se prepararan certificados falsos para el origen de cinco antigüedades egipcias.
Estos cinco objetos fueron confiscados del museo de Nueva York y conectados con el caso de tráfico de antigüedades en Francia, mismos que están evaluados en cuatro millones de dólares.
Todo se trata de una red de tráfico, donde cuatro de las cinco piezas confiscadas fueron proveídas por un comerciante germano – libanés, mismo que ya fue detenido en París, pero él afirma su inocencia.
Desde el 2019 el museo del Louvre fue cuestionado sobre la proveniencia de los artefactos y si considera devolverlos, pero el museo no ha emitido comunicado respecto a estas preguntas.
Según Xavier Delestre, conservador regional de Arqueología en el sureste de Francia, el saqueo de los sitios arqueológicos a nivel local ha empeorado y además ha aumentado la llegada de bienes culturales provenientes del extranjero, como África y América Latina.
Se trata particularmente de obras de arte de gran valor que llegan a puertos francos y resurgen luego con un falso historial para ir a parar al mercado lícito.
MQ