CARACAS (Reuters) - Las fuerzas de seguridad de Venezuela impedían desde tempranas horas del lunes un "plantón" de la oposición en varias zonas de Caracas, desplegando contingentes antimotines y gases lacrimógenos, en una jornada que ya dejaba algunos diputados heridos.
Los adversarios del presidente socialista Nicolás Maduro convocaron a sus huestes a sentarse en las principales vías de la capital para protestar contra lo que consideran una "dictadura" que apresa a los disidentes, viola los derechos humanos y se niega a medirse en elecciones.
Pero efectivos de la Guardia y la Policía Nacional impidieron las concentraciones desde el inicio, disparando gases lacrimógenos, incluso directamente al cuerpo de los manifestantes, y golpeando a diputados quienes mostraron sus heridas ante las cámaras.
"Es vergonzoso todo lo que está pasando en el país. Vergonzoso ver la actitud de los guardias. A mí me dieron con el escudo en la cara", se quejó el diputado opositor Miguel Pizarro, mientras se limpiaba la sangre de la boca, en una de las principales autopistas de Caracas.
Su compañero de partido, Juan Requesens, fue empujado por efectivos de seguridad y cayó a una alcantarilla, de la que tuvo que ser sacado con ayuda. Periodistas de la televisión local denunciaron que los uniformados les prohibieron grabar recurriendo a la fuerza y hasta les robaron los equipos.
En otras zonas de la capital los manifestantes también fueron duramente reprimidos cuando apenas empezaban a congregarse y las bombas lacrimógenas llegaron hasta centros comerciales, afectando a los transeúntes.
En el interior del país petrolero, algunos pudieron bloquear momentáneamente las vías con carteles de "NO + dictadura" y banderas de Venezuela, antes de que los uniformados los dispersaran usando gases, algo que se ha repetido durante los poco más de dos meses de protestas, en medio de las que han fallecido al menos 65 personas.
La oposición ha dicho que seguirá en las calles hasta que sean convocadas elecciones para reemplazar a Maduro, a quien señalan como el principal responsable de la crisis económica.
El mandatario, que convocó a una Asamblea Nacional Constituyente para rescribir la carta magna, asegura que es víctima de una "guerra económica" cuyo fin es crear zozobra para, finalmente, desbancarlo.
"CASA POR CÁRCEL PARA LEOPOLDO"
Más tarde, en una concentración opositora en una plaza de Caracas, Lilian Tintori, dijo que miembros del Gobierno llegaron a la cárcel militar donde se encuentra su esposo, el apresado líder opositor Leopoldo López, y le ofrecieron prisión domiciliaria, algo que no aceptó.
"A Leopoldo le hablaron de una posible medida de casa por cárcel y su respuesta fue 'yo tengo que salir de último, primero que salgan (...) la cantidad de presos que tiene orden de excarcelación, la cantidad de presos que ni siquiera han tenido audiencia preliminar", dijo Tintori a la prensa.
"Hay hoy en Venezuela 290 presos políticos y Leopoldo pidió la libertad de todos", agregó, precisando que quienes le habrían hecho la propuesta fueron Jorge Rodríguez, alcalde de un municipio de Caracas, su hermana y canciller, Delcy Rodríguez, y el expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Funcionarios del Gobierno no estuvieron inmediatamente disponibles para comentar el supuesto ofrecimiento.
López cumple una condena de casi 14 años acusado de encender una ola de protestas opositoras en el 2014 que dejó unos 43 fallecidos. Sin embargo, el fiscal que llevó su acusación huyó de Venezuela a fines del 2015 y declaró que sufrió presiones del Gobierno para perseguir a López, cabeza de una de las alas más radicales de la oposición.
En el centro de Caracas, simpatizantes del oficialismo se congregaban sin ser reprimidos.