LUCCA, Italia (AP) — Los ministros de exteriores del G7, el grupo formado por los siete países más industrializados del mundo, no encontraron el martes un consenso sobre cómo presionar a Rusia para poner fin a la guerra en Siria durante una reunión en Italia.
El canciller italiano, Angelino Alfano, afirmó tras la reunión que Moscú no debe verse "arrinconado" por la situación en Siria. El grupo ignoró las peticiones de Londres y Washington de que se impongan nuevas sanciones sobre Moscú por su apoyo al presidente Bashar Assad, a cuyas fuerzas se culpa de un letal ataque con armas químicas la semana pasada.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, afirmó que Rusia debe elegir entre alinearse con Washington y países afines o apoyar a Assad, a Irán y al grupo insurgente Jezbolá.
No está claro si Moscú no se tomó en serio sus obligaciones en Siria o si fue incompetente, explicó Tillerson, agregando que esta distinción "no importa mucho a los muertos".
El G7 ha apoyado con firmeza el ataque estadounidense contra una base aérea siria desde la que se cree que se lanzó el ataque, pero algunos de sus miembros prefieren una estrategia más conciliadora con Moscú.
Además de los representantes del G7 — Alemania, Francia, Gran Bretaña, Canadá, Japón, Estados Unidos e Italia — en la reunión participaron representantes de naciones de mayoría musulmana, incluidos Jordania, Catar, Arabia Saudí, Turquía y Emiratos Árabes Unidos. La inclusión de estos países es importante porque la estrategia de Washington incluye la colaboración de las naciones de Oriente Medio para garantizar la seguridad y estabilidad en Siria tras la derrota del grupo extremista Estado Islámico.