El movimiento islamista palestino Hamás liberó el lunes a dos mujeres secuestradas durante su ataque en territorio israelí el 7 de octubre y retenidas desde entonces en la Franja de Gaza, informaron fuentes de ambos bandos.
La oficina del primer ministro israelí las identificó como Yocheved Lifschitz, de 85 años, y Nourit Kuper, de 79, ambas de nacionalidad israelí y originarias del kibutz Nir Oz, donde fueron secuestradas junto a sus maridos que siguen retenidos.
Después de ser transportadas en un helicóptero militar, las dos mujeres llegaron a un centro médico de Tel Aviv, una en camilla y la otra en silla de ruedas, constató un periodista de la AFP.
El gobierno israelí explicó que sus familias estaban en el centro para recibirlas.
"No sé adónde me llevaron", declaró Yocheved Lifschitz, citada por la web de noticias israelí Ynet.
"Me hicieron subir de lado en una moto para que no me cayera, un terrorista agarrándome por delante y otro por detrás. Cruzamos la barrera fronteriza para entrar en la Franja de Gaza y me tuvieron en el pueblo de Abasan, cerca de Be'eri. Después, no sé adónde me llevaron", explicó.
El portavoz del brazo militar de Hamás, Abu Obeida, afirmó en un comunicado que las dos rehenes fueron liberadas "por razones humanitarias apremiantes" gracias a la mediación de Catar y Egipto.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirmó por su parte que había facilitado la liberación de las rehenes.
En su comunicado, la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu agradeció a Egipto y Cruz Roja su papel en la liberación.
Tres días antes también fueron liberadas dos estadounidenses, Judith Raanan y su hija Natalie.
Imágenes de la televisión egipcia mostraron a las dos nuevas liberadas en ambulancias una vez llegaron al punto de paso de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Hamás acusó a Israel de haber "violado en ocho ocasiones los acuerdos sobre la operación de liberación que habían sido convenidos con los mediadores para que esta se realizase con éxito".
En un video difundido por el brazo militar del movimiento islamista, las dos mujeres aparecen acompañadas de sus combatientes, enmascarados y armados, que les sirven bebidas y comida antes de entregarlas al personal de Cruz Roja.
MQ