En Holanda condenaron a dos meses de prisión a los dos activistas belgas que atacaron el cuadro de Johannes Vermeer “Niña con un arete de perla”, en una protesta climática el 27 de octubre.
Los fiscales dijeron que la acción fue “más allá” de la protesta aceptable. El juez en La Haya dejó en suspenso la mitad de la condena, lo que significa que los dos hombres pasarán un mes en la cárcel, pero un tercer sospechoso debe comparecer el 4 de noviembre. Las leyes de privacidad holandesas prohíben dar a conocer sus nombres.
Un hombre adhirió con pegamento su cabeza al vidrio que cubre la obra maestra del siglo XVII, en el museo Mauritshuis en La Haya, mientras otro volcó una lata de sopa de tomate sobre su cabeza. Éste, que llevaba una camiseta que decía “detengan el petróleo”, pegó su mano a la pared al lado del cuadro y un tercer hombre filmó el acto.
A pesar de que la pintura no sufrió daños, fue necesario reemplazar el vidrio y la protesta provocó otras afectaciones menores, según los fiscales. El cuadro regresó a su sitio el día siguiente.
De acuerdo a los fiscales, el objeto de los activistas, por importante que alguien considere que sea, no justifica los medios. Además, solicitaron penas de cuatro meses para transmitir el mensaje de que las pinturas cuelgan en los museos para disfrutar de ellas, no para explotarlas con fines activistas, por lo que pidió que no pusieran manos sobre ellas.
Cabe señalar que semanas antes, activistas por el clima aventaron puré de patatas a un cuadro de Claude Monet, en un museo en Alemania, y otros arrojaron sopa a un cuadro de girasoles de Vincent Van Gogh, en la National Gallery Londres. Y ninguna de las obras de artes sufrió daños.
AA