Salim Berrada, apodado como “el violador de Tinder” por la prensa francesa, fue declarado culpable de violentar y agredir sexualmente a 15 mujeres que conoció en sitios de citas y redes sociales, por lo que fue condenado a 18 años de prisión por el tribunal.
El tribunal recalcó una “modalidad operativa probada”, así como la “gravedad de los crímenes y faltas”, consideradas “especialmente preocupantes”, así como el número de víctimas, señaló el presidente del tribunal Thierry Fusina.
Las violaciones ocurrieron entre 2014 y 2016 y las denunciantes, que tenían entre 18 y 28 en el momento de los hechos, denunciaron besos forzados, felaciones impuestas y penetraciones vaginales no consentidas.
De acuerdo al diario Le Figaro, Berranda lograba conquistar a las jóvenes a través de redes sociales. “Me atrae este lado, a la vez salvaje y distinguido, me gustaría tenerte bajo mi lente”, les escribía para conseguirlas en Tinder.
Luego de los intercambios con elogios y bromas, Berranda se ofrecía a fotografiarlas gratis porque “lo inspiraban”. Las jóvenes, muchas de ellas halagadas por estar hablando con un fotógrafo profesional, aceptaban ir a su estudio, en el distrito 20 de París, para una supuesta sesión fotográfica.
Una vez en el estudio, les invitaba una bebida alcohólica para relajarse anrtes de pasar a las fotos. Más de una denunciante describió que después sentían “mareos”, así como una sensación de no poder controlar sus músculos, recuerdos borrosos y hasta “un agujero negro”.
Salim Berrada, quien de pronto cambiaba de faceta, dejaba de ser simpático como en redes sociales para convertirse en un hombre que se abalanzaban sobre ellas por sorpresa y las obligaba a tener relaciones sexuales pese a que ellas se negaban.
Entre los análisis clínicos de las denunciantes descubrieron rastros de MDMA, que habitualmente se conoce como éxtasis, y sustancias con propiedades sedantes.
Anteriormente, la fiscalía había reclamado una pena de 19 años de cárcel contra Berrada, por supuestamente violar o agredir sexualmente a 17 mujeres entre 2014 y 2016.
La pena se justicia, según el abogado general, Philippe Courroye, por el número de víctimas que este fotógrafo de 38 años atrajo a su casa a través de aplicaciones de citas.
Courroye describió a Berrada como un cazador egocéntrico insaciable, quien rechaza todos los hechos. Durante el proceso, se mostró inflexible y atrincherado en el “hormigón de sus negaciones” frente a las denunciantes que subieron al estrado con sus lesiones “todavía abiertas”, denunció el fiscal.
AA