Un caso de violencia doméstica estremeció al estado de Florida la noche del lunes 22 de diciembre, luego de que una discusión derivara en una tragedia que dejó a una mujer muerta, a una menor gravemente herida y a un hombre sin vida tras suicidarse.
Las autoridades del condado Polk confirmaron los hechos en conferencia de prensa por la oficina del sheriff, Grady Judd.
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De cuerdo con el reporte, poco antes de las 11:00 de la noche se recibió una llamada al número de emergencias desde una vivienda ubicada en el área de Highland City, dentro de la ciudad de Lakeland.
En la comunicación, una mujer relató que un vecino de apenas 12 años había llegado corriendo a su casa para pedirle ayuda, explicándole que su padrastro y su madre estaban peleando violentamente.
El menor narró que, mientras huía del domicilio, escuchó una detonación de arma de fuego. Según su testimonio, decidió buscar ayuda luego de que su madre le gritara que llamara al 911, temiendo por su vida.
¿Cómo ocurrió el ataque del hombre en contra de su familia?
Las investigaciones preliminares revelaron que el presunto agresor fue identificado como Jason Kenney, de 47 años.
De acuerdo con los detectives, el hombre se encontraba en un cobertizo de la propiedad cuando decidió ingresar a la casa para ver el final de un partido de fútbol americano de la NFL en el televisor de la sala, donde ya se encontraba su esposa.
La mujer le manifestó que no deseaba continuar viendo el encuentro deportivo y que quería cambiar de canal, lo que provocó una fuerte discusión entre ambos.
En medio del altercado, la mujer le gritó a su hijo que solicitara ayuda llamando a emergencias. Minutos después, la situación escaló de manera fatal.
Al arribar los oficiales, encontraron a la víctima adulta sin vida en la sala del domicilio, con una herida de bala en la cabeza.
Durante la revisión del resto de la vivienda, localizaron en una habitación a una niña de 13 años, hija de la mujer fallecida, quien presentaba dos heridas de bala.
La menor fue trasladada de inmediato a un hospital local, donde permanece en estado crítico, aunque estable, según informaron las autoridades médicas.
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En contraste con la violencia del hecho, los agentes también hallaron a la bebé de un año de edad, hija de la pareja, durmiendo en su cuna y completamente ilesa, lo que evitó que la tragedia fuera aún mayor.
El comunicado oficial detalla que, tras dispararle a su esposa, Jason Kenney huyó del lugar a bordo de su camioneta.
Durante su escape, llamó por teléfono a su hermana, quien se encontraba fuera del estado de Florida, y le confesó que había hecho “algo muy malo”. Asimismo, le aseguró que no iría a la cárcel y que lo vería en las noticias.
Posteriormente, Kenney condujo hasta la vivienda de su padre fallecido, ubicada en la ciudad de Lake Wales. Una vez ahí, se introdujo en un cobertizo de la propiedad. Cuando los agentes lograron ubicarlo y le ordenaron salir, escucharon un solo disparo.
Al ingresar al lugar, encontraron al hombre sin vida, aparentemente por una herida de bala autoinfligida en la cabeza.
Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer todos los detalles del caso, que ha generado conmoción y reabierto el debate sobre la violencia intrafamiliar y el acceso a armas de fuego en Estados Unidos.
AM