ESTADOS UNIDOS.- Cuando hace 20 años McKrae Game fundó una terapia de "conversión homosexual" estaba realmente convencido de que las personas podían cambiar su sexualidad a través del "asesoramiento" y de la religión. Ahora asegura haberse dado cuenta de lo perjudicial y dañino que fue para muchas personas y no solo ha pedido acabar con este tipo de programas, sino que además ha decidido también "salir del clóset".
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A sus 51 años, este hombre de Carolina del Sur, casado y con dos hijos, quiso dar un paso al frente y admitir públicamente que es homosexual, una decisión que tomó después de haber sido expulsado de la organización religiosa Hope for Wholeness, la misma que fundó en 1999 y que a día de hoy continúa ofreciendo terapias para "descubrir el camino para salir de la homosexualidad".
"Era un fanático religioso que dañaba a la gente. Sé de personas que intentaron suicidarse por mi culpa, sé que hay personas que están yendo a terapia por las cosas que les decía. ¿Cómo querría seguir continuando?", se lamentó McKrae Game en una entrevista al periódico local The Post and Courier. "Las terapias de conversión no solo son falsas, también soy muy dañinas", admitió.
Se estima que unas 700 mil personas han pasado por estas autodenominadas terapias de conversión homosexual en Estados Unidos, según un estudio publicado el año pasado por la Universidad de California Los Ángeles (UCLA). Unos programas que fueron condenados por las principales asociaciones médicas y que ahora están prohibidas en 18 estados del país.
"Aún existe mucha gente que siguen creyendo que tienen un problema o siguen pensando que salir del clóset es un error. Este ciclo tan nocivo de vergüenza y autorrechazo tiene que llegar a su fin. Literalmente está matando a personas. Aprende a quererte, aprende a quererte a ti mismo y a los demás", aseguró Game en un mensaje que compartió la semana pasada en sus redes sociales.
Hope for Wholeness tiene actualmente presencia en 15 estados del país donde se imparten las terapias desarrolladas por McKrae Game, según las cuales la atracción por las personas del mismo sexo es un "trastorno de desarrollo multicausal".
No está claro cuántas personas pasan por sus centros al año, pero él estima que pueden ser miles. "Yo creé todo esto y hemos dañado a generaciones de personas", añadió.
No es el único que se arrepiente de su pasado y decide dar un paso al frente. Ya hubo otros promotores de este tipo de terapias que decidieron "salir del clóset", como Alan Chambers, quien después de muchos años curando homosexuales y lesbianas a través de Exodus International, uno de los mayores grupos religiosos del país, en 2013 cerró su organización tras admitir que es gay.
En el caso de Game, asegura que ha contado con la "comprensión" de su mujer pero reconoce que se ha convertido en persona non grata para la comunidad cristiana de su ciudad.
"Y sorprendentemente la gente de la comunidad LGBT ha sido especialmente amable. Me dicen que les gusto por lo que soy ahora, no por lo que fui, y solo espero que me sigan dando la oportunidad de hablar para disculparme", concluyó.
JM
EE.UU.- Cuando hace 20 años McKrae Game fundó una terapia de "conversión homosexual" estaba realmente convencido de que las personas podían cambiar su sexualidad a través del "asesoramiento" y de la religión. Ahora asegura haberse dado cuenta de lo perjudicial y dañino que fue para muchas personas y no solo ha pedido acabar con este tipo de programas, sino que además ha decidido también "salir del clóset".
A sus 51 años, este hombre de Carolina del Sur, casado y con dos hijos, quiso dar un paso al frente y admitir públicamente que es homosexual, una decisión que tomó después de haber sido expulsado de la organización religiosa Hope for Wholeness, la misma que fundó en 1999 y que a día de hoy continúa ofreciendo terapias para "descubrir el camino para salir de la homosexualidad".
"Era un fanático religioso que dañaba a la gente. Sé de personas que intentaron suicidarse por mi culpa, sé que hay personas que están yendo a terapia por las cosas que les decía. ¿Cómo querría seguir continuando?", se lamentó McKrae Game en una entrevista al periódico local The Post and Courier. "Las terapias de conversión no solo son falsas, también soy muy dañinas", admitió.
Se estima que unas 700 mil personas han pasado por estas autodenominadas terapias de conversión homosexual en Estados Unidos, según un estudio publicado el año pasado por la Universidad de California Los Ángeles (UCLA). Unos programas que fueron condenados por las principales asociaciones médicas y que ahora están prohibidas en 18 estados del país.
"Aún existe mucha gente que siguen creyendo que tienen un problema o siguen pensando que salir del clóset es un error. Este ciclo tan nocivo de vergüenza y autorrechazo tiene que llegar a su fin. Literalmente está matando a personas. Aprende a quererte, aprende a quererte a ti mismo y a los demás", aseguró Game en un mensaje que compartió la semana pasada en sus redes sociales.
Hope for Wholeness tiene actualmente presencia en 15 estados del país donde se imparten las terapias desarrolladas por McKrae Game, según las cuales la atracción por las personas del mismo sexo es un "trastorno de desarrollo multicausal".
No está claro cuántas personas pasan por sus centros al año, pero él estima que pueden ser miles. "Yo creé todo esto y hemos dañado a generaciones de personas", añadió.
No es el único que se arrepiente de su pasado y decide dar un paso al frente. Ya hubo otros promotores de este tipo de terapias que decidieron "salir del clóset", como Alan Chambers, quien después de muchos años curando homosexuales y lesbianas a través de Exodus International, uno de los mayores grupos religiosos del país, en 2013 cerró su organización tras admitir que es gay.
En el caso de Game, asegura que ha contado con la "comprensión" de su mujer pero reconoce que se ha convertido en persona non grata para la comunidad cristiana de su ciudad.
"Y sorprendentemente la gente de la comunidad LGBT ha sido especialmente amable. Me dicen que les gusto por lo que soy ahora, no por lo que fui, y solo espero que me sigan dando la oportunidad de hablar para disculparme", concluyó.