Un hombre ruso que presentó un fuerte dolor de cabeza acudió al hospital, en donde los médicos le dijeron que había un bulto en su ojo izquierdo que podría deberse a una picadura de mosquito, pero después descubrieron que tenía un gusano de 15 centímetros de largo.
“El paciente fue hospitalizado en el servicio de cirugía maxilofacial, donde se sometió a una intervención quirúrgica, los médicos abrieron un absceso. Durante la apertura, se encontró un gusano delgado y blanco de aproximadamente 15 centímetros de largo”, indica el informe del hospital de Novorossiysk, Rusia.
Además, el documento también indica que el gusano estaba asentado en el tejido debajo de la piel, cerca de la frente. Al comienzo no se había podido diagnosticar debido a que el paciente no presentaba síntomas graves y específicos.
“Los portadores de la dirofilariasis son los mosquitos. El insecto pica a un animal infectado y en su probóscide quedan las larvas del parásito, que luego transmite a los humanos al picarlos”, según el documento.
Este parásito extraído del paciente fue llevado al laboratorio para hacer un examen patológico y determinar el tratamiento, mientras que el hombre ruso se encuentra bien y sigue atendiéndose en condiciones de hospital de día.
El hospital determinó que mostraría el gusano en la sala de internos del departamento maxilofacial.
Cabe señalar que algo parecido sucedió en Napa, California, cuando Luis Ortiz, de 26 años, visitaba a su familia cuando empezó a sentir un dolor de cabeza y que comenzó a provocarlo confusión y náuseas, y luego de que vomitó sus padres lo llevaron a urgencias.
Ortiz se sorprendió cuando los médicos le dijeron que tenía una larva en el cerebro que le estaba cortando el flujo sanguíneo, por lo que los especialistas le comentaron que tenía que someterse a una cirugía para extraerlo.
AA