El canciller de Honduras, Enrique Reina, solicitó que se aplique “todo el peso de la ley” tras la matanza de cinco hondureños, incluido un niño de ocho años, sucedida en Texas, Estados Unidos.
“Exigimos que se aplique todo el peso de la ley contra el o los responsables de este crimen”, explicó Reina al dar sus condolencias a los familiares de las víctimas en Twitter e indicó que se instruyó al Consulado “contactar con las autoridades y dar seguimiento cercano al caso”.
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Este delito ocurrió cuando una familia hondureña, vecina del sospechoso, le pidió que dejara de disparar en el patio de su casa, ya que alegaban que no podían dormir durante las noches, pero el vecino salió de su casa, se dirigió hacia los integrantes de la familia y les disparó, matando a cinco de ellos.
Greg Capers, sheriff del condado, indicó que todas las víctimas habían recibido disparos “desde el cuello hacia arriba, casi estilo ejecución, básicamente en la cabeza”.
Los investigadores encontraron a varias otras personas en estado crítico por diversas heridas de bala, según el sheriff en una publicación de Facebook. Tres personas fueron hospitalizadas.
El sospechoso había estado bebiendo y mencionó que haría lo que quisiera en su patio delantero.
Este tiroteo en Texas parece ser el último de una serie de matanzas sucedidas en situaciones cotidianas: un hombre que golpea la puerta equivocada, una porrista que se sube a un auto que no era el correcto, alguien que conduce por error hasta una entrada que no era la suya, una pelota que rueda hacia el patio de un vecino.
Estados Unidos, siendo un país de alrededor de 330 millones de habitantes, tiene unos 400 millones de armas y los tiroteos masivos mortales son habituales. Los esfuerzos por reforzar los controles de armas llevan años paralizados en el Congreso.
AA