El escándalo de los huevos contaminados con fipronil llegó a 17 países europeos y Hong Kong, en China, según informó hoy la Comisión Europea (CE), que precisó que solo en Holanda, Bélgica, Alemania y Francia se confirmó la comercialización de huevos con trazas del insecticida. En estos cuatro países, hay granjas "bloqueadas".
Los otros 13 países recibieron huevos procedentes de las granjas afectadas en esas cuatro naciones, pero no se confirmó la presencia de fipronil en los mismos, subrayó el portavoz comunitario Daniel Rosario, durante la rueda de prensa diaria de la CE.
Se trata de Suecia, Francia, Reino Unido, Austria, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Polonia, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia y Dinamarca, así como Suiza y Hong Kong, según las últimas notificaciones al sistema europeo de alerta rápida (Rasff).
"Sabemos que estos países recibieron huevos producidos en las granjas que fueron bloqueadas" en Holanda, Bélgica, Alemania y Francia, añadió Rosario.
Uno de los países más afectados es Francia, donde desde abril se vendieron más de 200 mil huevos contaminados con fipronilimportados de Bélgica y Holanda, anunció este viernes el ministro de agricultura francés, Stéphane Travert, que aseguró que "el riesgo para la salud humana es muy débil".
Dos centros de empaquetado de huevos en Francia recibieron "huevos de consumo contaminados procedentes de Holanda y Bélgica", declaró Travert a la radio RMC, precisando que un primer lote de "196.000 huevos proveniente de Bélgica" fue vendido entre el 16 de abril y el 2 de mayo y que ya fue consumido "sin impacto para la salud".
En el centro de esta crisis está el uso del antiparasitario fipronil -estrictamente prohibido por la UE en criaderos de gallinas- por parte de empresas especializadas en la desinfección de explotaciones agrícolas.
Las investigaciones llevadas a cabo en Bélgica y en Holanda se aceleraron el jueves, lo que condujo a la detención de dos dirigentes de una empresa que presuntamente utilizó este producto en gallineros en un tratamiento contra el piojo rojo.
La CE precisó que la reunión anunciada para abordar el caso se celebrará el próximo 26 de septiembre, a petición del comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis.
"No es una reunión de crisis", dijo la portavoz comunitaria Mina Andreeva, quien insistió en que el objetivo del encuentro será "sacar lecciones" de este suceso, que puso en tela de juicio los sistemas de alerta de seguridad alimentaria en la Unión Europea (UE).
No obstante, Andreeva adelantó que "es demasiado pronto para decir ahora cuales son las lecciones aprendidas".
Aunque la comercialización del fipronil está permitida en la UE, su uso es ilegal en la cadena alimentaria, por lo que "hay una dimensión judicial" en el caso, dijo Rosario, quien recordó que Holanda y Bélgica mantienen abiertas sus investigaciones.
"Estamos frente a la utilización ilegal de un producto que no debería haberse usado en estas circunstancias", afirmó Rosario, y recalcó que "la UE tiene uno de los sistemas más avanzados de seguridad alimentaria".
El gobierno belga acusó a Holanda de "falta de cooperación" en la gestión de la crisis y afirmó que los Países Bajos habían detectado fipronil en granjas desde noviembre, con lo que justificó su reacción tardía en los sistemas europeos de alerta, después de que la CE abriera una investigación para estudiar su actuación.
Andreeva dijo hoy que la CE no va a "especular" ni "entrar en un juego de culpas" sobre la actuación de los países y dijo que el origen del fraude se aclarará en las investigaciones en curso.