NUEVA ORLEANS, 7 oct (Reuters) - Nate tocó tierra el sábado en Estados Unidos como un huracán de Categoría 1, amenazando partes de Misisipí, Luisiana y Alabama con lluvias torrenciales tras dejar al menos 30 muertos en América Central.
Como tormenta tropical, Nate arrasó en Centroamérica con carreteras y pueblos, desbordó ríos y derribó árboles, dejando a su paso al menos 16 muertos en Nicaragua, 10 en Costa Rica, dos Honduras y dos en El Salvador, según autoridades de protección civil. En Centroamérica también calculan una treintena de desaparecidos en la región.
En Costa Rica y en Nicaragua hay unos 25.000 damnificados por las inundaciones y varias zonas de ambos países permanecen incomunicadas por vía terrestre debido a los aludes.
Nate provocó lluvias y oleaje alto el viernes sobre la península mexicana de Yucatán, que alberga a centros turísticos como Cancún y Playa del Carmen, sin reportes inmediatos de daños de importancia.
La cuarta gran tormenta que alcanza a Estados Unidos en menos de dos meses, avanzaba en dirección nor-noroeste a una velocidad de 37 kilómetros por hora tras tocar tierra cerca de la desembocadura del río Misisipí, de acuerdo al Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
Meteorólogos esperaban que el centro del huracán pase a través de zonas de Misisipí, Alabama y Tennessee hasta el domingo por la noche y que eventualmente se debilite a la categoría de tormenta tropical.
Nate llega a Estados Unidos tras el paso de Harvey, Irma y María, que devastaron Texas, Florida y Puerto Rico, respectivamente. Pero como un huracán de Categoría 1, la menor en la escala de los meteorólogos, se espera que este fenómeno sea menos devastador que sus predecesores.
Los principales puertos del Golfo de México fueron cerrados mientras Nate se intensificaba, con un embate que se espera genere una subida del nivel del agua de hasta 3,74 metros en la desembocadura del río Misisipí.
EL huracán detuvo un 92 y un 77 por ciento de la producción diaria de crudo y de gas, respectivamente, en el Golfo de México, un impacto mucho mayor al de Harvey.
Ante la llegada de Nate, Nueva Orleans, la ciudad más grande de Luisiana, evacuó a algunos habitantes de áreas situadas fuera de su sistema de esclusas.
Los vientos podrían provocar importantes cortes de energía en Nueva Orleans y el nivel del agua podría subir entre 1,8 y 2,7 metros, señaló el alcalde, Mitch Landrieu.
"Hemos pasado por esto muchas, muchas veces. No es necesario entrar en pánico", afirmó en una conferencia de prensa en la que recordó al poderoso huracán Katrina, que provocó graves inundaciones en la ciudad y acabó con la vida de cientos de personas en agosto de 2005.
(Reporte adicional de Brendan O'Brien en Milwaukee, Alex Dobuzinskis en Los Ángeles, Oswaldo Rivas en Nicaragua, Erwin Seba y Gary McWilliams in Houston; editado en español por Carlos Serrano y Javier Leira)