Santiago, 2 Ago (Notimex).- Un total de 44 mil 289 haitianos ingresaron a Chile durante el primer semestre de este año, cifra superior al total de personas de esa nacionalidad que llegaron durante todo 2016, informaron hoy fuentes oficiales.
La cancillería chilena entregó a la Cámara de Diputados estadísticas de la Policía de Investigaciones (PDI) -que registra el ingreso de extranjeros al país- respecto a la llegada y salida de ciudadanos haitianos, luego que Chile se convirtiera en una atractiva alternativa para residir en forma definitiva.
Por ese motivo, el gobierno chileno estudia la posibilidad de exigirle a los ciudadanos haitianos una visa de ingreso a este país, con lo cual buscaría controlar su masiva llegada todas las semanas, en especial al Aeropuerto Internacional de Santiago.
De acuerdo con las estadísticas, entre enero y julio pasados ingresaron 44 mil 289 haitianos a Chile y solo salieron mil 294, mientras que durante todo 2016 llegaron un total de 43 mil 898 ciudadanos de ese país caribeño.
De esta forma, casi la totalidad de los haitianos que llegan a Chile eligen quedarse en este país, porque tienen mejores alternativas de vida, aunque la mayoría de ellos trabaja por el sueldo mínimo, unos 416 dólares mensuales.
La Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados analiza por estos días la corriente migratoria proveniente de Haití y si se justifica la instauración de una visa especial de ingreso para quienes quieran trabajar.
Según el gobierno chileno, existen redes de trata de personas que incentivarían la migración haitiana a Chile, las que cobrarían seis mil dólares para traerlos al país y dejarlos abandonados a su suerte, y sin dinero, en el aeropuerto capitalino.
Un par de líneas aéreas inauguraron hace unos meses los vuelos directos entre Puerto Príncipe, en Haití, y Santo Domingo, en República Dominicana, con Santiago de Chile, aviones que llegan llenos, pero muchas veces se van vacíos.
Desde hace unos meses, el personal de aseo en empresas y el expendio de gasolina, además de vendedores ambulantes de galletas, está dominado por los ciudadanos haitianos, quienes sufren con el frío invernal chileno.