Doce personas han muerto en las últimas horas como consecuencia de los fuertes vientos y las intensas lluvias, que han provocado además cuantiosos daños materiales en diversas partes del país y han dejado imágenes como las de una Venecia totalmente inundada.
El jefe de Protección Civil de Italia, Angelo Borrelli, informó de que desde el punto de vista meteorológico "ha sido una tormenta perfecta" la que ha sufrido el país y subrayó que hay numerosos heridos, algunos ingresados en centros médicos, después de que se hayan caído numerosos árboles en distintas zonas del país.
Los medios por su parte informan de que el balance de muertos asciende a doce personas.
En las últimas horas se hallaron los cuerpos de un hombre que estaba desaparecido en el municipio de Falcade, en la región del Veneto (norte), un pescador que se ahogó en el lago de Levico, en la región del Trentino (norte), y una mujer que se ahogó al desbordarse el torrente Meladrio en la localidad de Dimaro, en la misma región.
También, el de un navegante en Catanzaro (sur) y el de un hombre en San Giovanni in Marignano, en Rimini (centro).
Durante la jornada del lunes perdieron la vida siete personas principalmente por la caída de árboles.
Varias regiones del norte del país siguen en alerta por las lluvias torrenciales, que se espera que continúen en las próximas horas, y la situación es especialmente crítica en las regiones de Liguria y del Veneto.
Precisamente en Venecia, en la región del Veneto, la marea llegó el lunes a subir hasta los 156 centímetros sobre el nivel del mar -el máximo desde 2008-, lo que ha provocado la conocida como "agua alta", la inundación de sus calles y de la Plaza de San Marcos.
La ciudad de los canales está totalmente sumergida en agua y se han tenido que interrumpir el transporte marítimo en la zona del gran canal.
El martes, el nivel del agua ha bajado ligeramente pero no lo suficiente y la ciudad sigue inundada.
Las fuertes lluvias además han dañado dos tapices del artista español Joan Mirò, de un valor de medio millón de euros cada uno, que se encontraban en el Palazzo Zaguri a la espera de formar parte de una exposición que abrirá sus puertas el 1 de noviembre.
Los tapices estaban en el interior del palacio y se han mojado después de que el agua se desbordara por las tuberías de los inodoros tras las tormentas.
Pero además, en la Basílica de San Marco, el agua ha mojado varios metros cuadrados de un mosaico milenario situado en el suelo y en el que ahora las autoridades deberán realizar las comprobaciones necesarias para ver si ha sufrido daños.
En la región de Liguria la situación es especialmente crítica, los vientos han alcanzado velocidades de 170 kilómetros por hora y cerca de 20 mil personas están sin energía eléctrica.
En la ciudad de Génova, en esta región, permanece cerrado desde ayer el aeropuerto por los fuertes vientos y en el municipio de Portofino los ciudadanos han quedado incomunicados.
Coldiretti, la mayor asociación de ganaderos y agricultores de Italia, ha señalado que el nivel hidrométrico del río Po ha aumentado en cinco metros en las últimas 48 horas y que las aguas han provocado cuantiosos daños en numerosos campos y zonas ganaderas.
En la región del Trentino-Alto Adige, también en el norte, 170 personas han quedado bloqueadas desde el sábado en la zona del paso Stelvio a raíz de intensas nevadas que han alcanzado casi un metro y medio de altura.
Las escuelas permanecen cerradas en muchas ciudades italianas, entre ellas Génova, Roma y Nápoles.
Además, en Nápoles y en Roma se han producido numerosos destrozos como consecuencia de la caída de ramas y árboles, que han obligado al cierre de las calles y carreteras como medida de precaución.