LA HABANA — Esta podría ser una historia cotidiana en muchos lugares de Latinoamérica: cuatro jóvenes ingresan a una escuela y atacan con armas blancas a un grupo de estudiantes. Esto pasa en muchos lugares, pero no en Cuba.
El incidente ocurrió el lunes en el centro educativo “Olo Pantaja” del municipio de La Lisa, en las afueras de la capital. Lo sucedido comenzó a correr como agua, pero las autoridades no lo confirmaron sino hasta dos días después.
El Ministerio de Educación informó la noche del miércoles que en el inusual incidente nueve estudiantes sufrieron lesiones leves, fueron atendidos en una clínica cercana y ya se encuentran en sus hogares. No se reportaron víctimas fatales.
Un recorrido de The Associated Press por la zona el martes confirmó la alarma de los vecinos, que se transmitían el incidente de boca en boca en medio de un importante dispositivo policial.
El portón de acceso al predio escolar -ubicado en un área arbolada rodeada de pequeñas parcelas para la producción de hortalizas y cercana a otras dos escuelas-, se encontraba cerrado con cadena y candado. Una portera no quiso ofrecer detalles aunque explicó que las clases se habían suspendido. El comunicado del Ministerio indicó que las mismas ya fueron retomadas.
Los vecinos dijeron que el ataque se produjo en la mañana y rápidamente llegaron patrullas y ambulancias al lugar, al tiempo que se envió a los otros estudiantes a sus casas. Una joven adolescente resultó muy lesionada en el rostro.
Se desconoce oficialmente el motivo del ataque, pero algunos de los residentes indicaron a AP que una disputa entre los alumnos y los atacantes que había comenzado días antes en una fiesta fue subiendo de tono.
Desde que el ataque comenzó a trascender el lunes al mediodía la gente expresó su asombro y preocupación. En una fila para el pago de la luz el martes en un lugar a varios kilómetros de los hechos, las personas no mencionaron otro asunto. Y en La Habana Vieja el incidente fue el centro de las conversaciones de los empleados.
Según la información oficial la investigación de las autoridades llevó a la captura de los cuatro atacantes, que no pertenecen al centro escolar, y “se encuentran confesos y bajo proceso investigativo”. Se desconoce la edad de los agresores.
En Cuba es ilegal portar armas de fuego o cuchillos y elementos punzocortantes sin la licencia correspondiente a menos que se justifiquen para el trabajo, como en el caso de los campesinos, carniceros o pescadores.
A su vez los ataques suelen ser muy inusuales, aunque por la falta de información oficial es difícil estimar u obtener cifras de delitos.
“Se ratifica que hechos inaceptables y repudiables como estos, ajenos a nuestro sistema de educación, no quedarán impunes y recibirán el rigor de nuestras leyes conforme al Código Penal”, indicó un comunicado de la dependencia provincial de educación.
La educación en Cuba es gratuita y obligatoria y la masividad y calidad de la enseñanza -pese a sus pocos recursos materiales- es uno de los orgullos de la isla.