La invasión en Ucrania amenaza con una crisis de hambre en el país y en todo el mundo, advirtieron funcionarios de Naciones Unidas. El coordinador de la ONU, Amin Awad, mencionó que al menos 15.7 millones de ucranianos requieren asistencia y protección urgentes, ya que la cifra incrementa diariamente.
Millones de personas estarán expuestas a la destrucción de las centrales eléctricas y los depósitos de combustible, durante el invierno boreal, afirmó Awad a través de una reunión informativa en línea.
Alrededor de 14 millones de personas se han visto en la necesidad de escapar de los combates, mientras que otros 15 o16 millones se quedaron en sus hogares, sin embargo, han perdido sus medios de vida, de acuerdo a Awad.
Además, Awad agregó que la asistencia humanitaria de Naciones Unidas ha apoyado a más de 1.5 millones de ucranianos hasta el momento, cuya cifra podría alcanzar los 8.7 millones en agosto y 25 millones a finales de 2022.
Los precios de los cereales, aceites de cocina, combustible y fertilizantes en todo el mundo han sido afectados por el conflicto. Rusia y Ucrania representan aproximadamente un tercio del suministro mundial de trigo, mientras que los rusos también exportan fertilizantes, y los ucranianos son un importante proveedor de maíz y aceite de girasol.
Por su parte, Macky Sall, presidente de Senegal y actual titular de la Unión Africana, defendió la necesidad de levantar los castigos contra Rusia, ya que obstaculizan el suministro de cereales y fertilizantes, lo cual conlleva consecuencias para la seguridad alimentaria del continente.
Vladimir Putim, presidente de Rusia, negó que Moscú esté impidiendo que los puertos ucranianos exporten granos, y mencionó que la mejor solución sería mandarlos mediante Bielorrusa, siempre y cuando las sanciones contra su país sean retiradas.
No obstante, la Unión Europea adoptó formalmente su sexto paquete de castigos para Rusia, que consisten en un embargo creciente sobre la mayor parte de sus importaciones de petróleo ruso.
AA