LONDRES — La ministra de la Infancia, Katherine Zappone, anunció el martes la excavación y recuperación de los restos, que recibirán un entierro respetuoso donde sea posible.
La excavación, que comenzará cuando se apruebe la respectiva ley, es consecuencia del informe de una comisión que confirmó el año pasado que el Hogar para Madres y Niños Bon Secours en Tuam, condado de Galway, tenía un sistema cloacal subterráneo dividido en 20 cámaras que contenían “cantidades significativas de restos humanos”.
Los hogares regentados por la Iglesia en Irlanda alojaban huérfanos, mujeres solteras embarazadas y sus bebés durante la mayor parte del siglo XX. Estas instituciones son objeto de una intensa investigación pública desde que una historiadora local halló en 2014 los certificados de defunción de 800 niños que habían residido en el hogar, pero el certificado de entierro de uno solo.
Los investigadores hallaron luego una fosa común con restos humanos de entre 35 semanas y tres años de edad en los terrenos del hogar, que cerró en 1961.
Zappone habló del escándalo con el papa Francisco durante su visita a Irlanda en agosto. Dijo que era “un capítulo vergonzoso de la historia reciente”, y el pontífice exhortó a la Iglesia a ofrecer reparaciones a los sobrevivientes de la institución.