MOSUL, Irak (Reuters) - Combatientes de Estado Islámico luchaban para mantener las últimas calles bajo su control en la Ciudad Vieja de Mosul el lunes, en lo que parecía un último intento por repeler los ataques de fuerzas iraquíes en su antiguo bastión.
En duros enfrentamientos, unidades del Ejército iraquí forzaron a los insurgentes a retroceder, sitiándolos en un rectángulo de no más de 300 metros por 500 metros junto al río Tigris, según un mapa publicado por la oficina de medios del Ejército.
El humo cubría partes de la Ciudad Antigua, remecida por ataques aéreos y proyectiles de artillería durante la mañana.
El número de militantes de Estado Islámico que combaten en Mosul se ha reducido desde miles a comienzos de la ofensiva del Gobierno hace más de ocho mees a sólo unos doscientos ahora, según el Ejército iraquí.
Alcanzar el río Tigris daría a las fuerzas iraquíes el control total sobre la ciudad y se prevé que eso ocurra a fines de esta semana. El primer ministro Haider al-Abadi visitaría Mosul para declarar formalmente la victoria y se planea una semana de celebraciones a nivel nacional.
Mosul es por lejos la ciudad más grande controlada por Estado Islámico. Hace casi tres años el grupo declaró ahí la fundación de su "califato" sobre partes de Irak y Siria.
La caída de la ciudad marcaría el fin efectivo de la mitad iraquí del califato, aunque el grupo aún controla territorios al oeste y sur de Mosul, donde viven decenas de miles de civiles.
Meses de enfrentamientos urbanos han provocado el desplazamiento de 900.000 personas, cerca de la mitad de la población de la ciudad antes de la guerra, y miles de personas han muerto, según organizaciones humanitarias.