Joe Biden ofreció el pasado jueves 7 de marzo su discurso del estado de la Unión, uno de los discursos más esperados por tratarse también de su oportunidad para fijar posturas entorno a su campaña de reelección como presidente de Estados Unidos.
Dentro de sus 68 minutos de intervención aprovechó para dejar claras sus perspectivas entorno a los derechos reproductivos, los migrantes, defenderse a las críticas por su edad y por supuesto no desaprovecho la oportunidad para arremeter contra Trump.
Según las encuestas, los estadounidenses preferirían a otros candidatos en las presidenciales de noviembre. Biden, de 81 años, y Trump, de 77, les parecen demasiado viejos para el cargo.
"Sé que puede que no lo parezca, pero he estado aquí por un tiempo", bromeó el demócrata de 81 años. "Cuando llegas a mi edad, algunas cosas se vuelven más claras que nunca", añadió.
El demócrata propuso "un futuro basado en los valores fundamentales que definen a Estados Unidos: honestidad, decencia, dignidad, igualdad".
"Otras personas de mi edad ven una historia diferente: una historia estadounidense de rencor, venganza y revancha", añadió, en una clara alusión al magnate republicano.
Acusó a Trump de "inclinarse" ante el presidente ruso Vladimir Putin, quien lanzó una invasión de Ucrania en 2022.
"Yo no me inclinaré", prometió Biden en el imponente hemiciclo del Congreso, ante las aclamaciones de su bando, que pedía a gritos "¡cuatro años más!".
Frente a la retórica del "declive", reiterada por Trump, Biden defendió que Estados Unidos experimenta bajo su presidencia la mayor "recuperación" económica de su historia, después de la pandemia de covid-19.
"Heredé una economía que estaba al borde del abismo" pero ahora "es literalmente la envidia del mundo", dijo, presumiendo de haber creado 15 millones de nuevos empleos en sólo tres años, un récord.
A lo largo del discurso se esforzó por diferenciarse de Trump.
No demonizaré a migrantes
Acusó a su rival de presionar a los republicanos de la Cámara de Representantes para que bloqueen un proyecto de ley migratorio bipartidista que él considera esencial.
"No demonizaré a los inmigrantes diciendo que están 'envenenando la sangre de nuestro país'", dijo el demócrata.
"No separaré a las familias", añadió en clara alusión a la política de "tolerancia cero" contra la migración ilegal aplicada por su predecesor republicano de 2017 a enero de 2021, en virtud de la cual miles de niños fueron separados de sus familias para desalentar la llegada masiva de migrantes sin visa por la frontera con México.
La crisis migratoria es un tema candente de la campaña para las presidenciales de noviembre, que disputarán probablemente Biden, de 81 años, y Trump, de 77.
Una ristra de promesas para no sólo ganar las presidenciales del 5 de noviembre, sino también intentar recuperar el control del Congreso en las elecciones legislativas que las acompañan.
El poder de las mujeres
El presidente estadounidense, Joe Biden, defendió ferozmente los derechos reproductivos este jueves en su discurso anual ante el Congreso, advirtió a los legisladores republicanos antiaborto sobre el "poder de las mujeres" e insistió en que el tema será crucial en las elecciones de noviembre.
Biden está haciendo de las libertades reproductivas un tema decisivo en la campaña. La Casa Blanca ha enfatizado en la erosión de esos derechos desde que hace casi dos años la Corte Suprema estadounidense, dominada por los conservadores, anuló el histórico fallo Roe vs. Wade de 1973 que protegía el acceso al aborto en todo el país.
Los derechos reproductivos se subrayaron durante el discurso sobre el estado de la Unión de Biden, pues el tema ha movilizado a las bases del partido. Varias mujeres que vieron trastocadas sus vidas por la política restrictiva de atención reproductiva asistieron al evento como invitadas.
"Si los estadounidenses me envían un Congreso que apoye el derecho a elegir, les prometo: restableceré Roe vs. Wade como ley nacional nuevamente".
Biden es católico devoto, pero como presidente se ha mantenido firme en su apoyo al acceso al aborto.
Alto al fuego en Gaza
El presidente estadounidense reiteró también ante el Congreso estadounidense su llamamiento a un "alto el fuego inmediato" durante seis semanas en la Franja de Gaza e instó a Israel a permitir que entre más ayuda humanitaria en el territorio.
"A los dirigentes de Israel les digo esto: la asistencia humanitaria no puede ser una consideración secundaria ni una moneda de cambio. Proteger y salvar vidas inocentes tiene que ser una prioridad", dijo Biden en su discurso anual sobre el estado de la Unión.
Biden llamó a la Cámara de Representantes, bajo control de los republicanos, a aprobar este proyecto de ley que permite restringir el flujo de migrantes en la frontera con México, favorece las expulsiones aceleradas y endurece el estándar de las llamadas entrevistas de miedo creíble para solicitar asilo.
"Podemos luchar sobre cómo solucionar la frontera. O podemos arreglarlo. Estoy preparado para arreglarlo. Envíenme el proyecto de ley fronterizo ahora" para firmarlo, insistió Biden.
El demócrata recordó que, al contrario de Trump, su primer día en el cargo presentó un proyecto de ley "integral" para arreglar el sistema migratorio, pero el Congreso lo bloqueó.
Precisamente muchos latinos están decepcionados con él por no haber podido cumplir su promesa de conceder la ciudadanía a millones de personas que viven ilegalmente en Estados Unidos desde hace años, incluidos los soñadores, como se conoce a los jóvenes que llegaron al país de niños.
Unas horas antes del discurso sobre el estado de la Unión, la mayoría republicana en la Cámara de Representantes adoptó un proyecto de ley que prevé el arresto de cualquier migrante condenado por robo.
Para llegar al Capitolio, el presidente tuvo que cambiar de itinerario para esquivar a manifestantes que reclamaban un alto el fuego en Gaza.
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