El presidente Joe Biden anunció este martes una nueva salva de medidas para limitar la circulación de las armas de fuego, pero recordó que el Congreso debe imponer restricciones contra los tiroteos que se suceden año tras año.
En un tono sombrío, Biden se dirigió a la comunidad inmigrante de Monterey Park, en California, y recordó a cada una de las 11 víctimas de la matanza cometida el 21 de enero durante las celebraciones del Año Nuevo Lunar.
Recordó por ejemplo a la abuela que cantaba karaoke, la profesora de baile de 72 años del Star Ballroom donde ocurrió la masacre o la mujer a la que le gustaba jugar a las cartas y compartir verduras de su huerta con sus vecinos y amigos. Intentó así personalizar para que las víctimas no queden reducidas a estadísticas que no paran de aumentar.
Cuando dio paso a Brandon Tsay, el joven de 26 años que logró desarmar al tirador antes de que abriera fuego en un segundo salón de baile, el público estalló en aplausos.
Después Biden instó al Congreso a asumir la 'responsabilidad' y tomar medidas drásticas contra los rifles semiautomáticos de estilo militar, que se usan con mayor frecuencia en tiroteos masivos.
"Prohíban las armas de asalto", dijo, entre vítores de unas 200 personas. "Háganlo ahora. ¡Basta ya! Hagan algo. Hagan algo grande", pidió.
Pero él sabe que el Congreso está dividido, con un Senado en manos de los demócratas y la Cámara de Representantes bajo control de los republicanos. Y estos últimos han rechazado durante décadas leyes más estrictas sobre la compra de armas.
MQ