WASHINGTON. - Kamala Harris presentará mañana su renuncia a su escaño en el Senado para juramentar como próxima vicepresidenta de Estados Unidos, situación que se realizará el 20 de enero, cuando también lo haga el próximo presidente, Joe Biden.
La decisión de Harris ya estaba informada al gobernador de California, Gavin Newsom, quien nombrará a Alex Padilla, el actual secretario de Estado la entidad, para tomar por los siguientes dos años el escaño que deja la próxima primera vicepresidenta de la historia de Estados Unidos.
Alex Padilla, que es hijo de mexicanos, será el primer latinoamericano en ocupar el puesto de Senador por California, un estado que tiene un 40 por ciento de población hispana. Newsom anunció su selección en diciembre, tras intensas negociaciones para suceder a Harris en la cámara alta.
Harris no ofrecerá discurso de despedida en el pleno del Senado. Esa instancia no volverá a reunirse sino el martes, la víspera de la toma de posesión y dos semanas después de que seguidores fanáticos del presidente Donald Trump provocaron el caos en el Capitolio, un hecho de violencia fuertemente criticado por la vicepresidenta electa.
“Fue sísmico, fue un punto de inflexión. A veces pensamos que un punto de inflexión es cuando viene algo nuevo y positivo, pero no, este fue un momento de reflexión nacional histórica, una muestra de la fragilidad de nuestra democracia”, expresó Harris.
La entrada de Padilla, y el rol de Harris como el voto del desempate en el Senado ahora que será vicepresidenta, implican que los demócratas tendrán mayoría en la cámara alta.
Sin embargo, todavía falta que los demócratas Jon Ossoff y Raphael Warnock sean certificados como ganadores en las elecciones del 5 de enero para sus puestos senatoriales y que sean juramentados.
Harris será la primera mujer negra y la primera mujer de ascendencia sudasiática en ser vicepresidenta de Estados Unidos, pero al mismo tiempo, su salida del Senado deja a esa instancia sin una mujer negra.
Harris fue apenas la segunda mujer negra en ser senadora. La primera fue Carol Moseley Braun, demócrata de Illinois.
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