JERUSALÉN. — Docenas de líderes mundiales acudieron a Jerusalén este jueves para participar en un encuentro centrado en la conmemoración del Holocausto y en la lucha contra el antisemitismo contemporáneo.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin; su homólogo francés, Emmanuel Macron; el príncipe Carlos de Inglaterra; el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y los presidentes de Alemania, Italia y Austria, estaban entre los más de 40 mandatarios que asistieron al Foro Mundial sobre el Holocausto, que coincidió con el 75to aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.
Pence y Putin llegaron en la mañana del jueves con apenas una hora de distancia y se espera que se reúnan con líderes israelíes antes del acto principal de la jornada.
El evento de tres horas en el museo del Holocausto Yad Vashem de Jerusalén, llamado “Recordando el Holocausto: Luchando contra el Antisemitismo”, busca proyectar un frente unido para recordar el genocidio de los judíos europeos ante el repunte de la violencia antisemita tanto en el continente como en el resto del mundo.
Pero los retazos políticos no resueltos de la Segunda Guerra Mundial llegaron hasta la asamblea a través las diferentes narrativas históricas de los distintos actores.
El presidente de Polonia, que fue criticado por su propio revisionismo de la época de la guerra, boicoteó el encuentro al no ser invitado a intervenir, mientras que Putin tendrá un papel central pese a que lidera una campaña para restar importancia al pacto preguerra entre la Unión Soviética y los nazis, y puso la responsabilidad del inicio del conflicto sobre Polonia, cuya invasión en 1939 desató los combates.
En la víspera del encuentro, el presidente de Israel, Reuven Rivlin, pidió a los líderes mundiales que asistieron a una cena en su residencia oficial que “dejen la historia a los historiadores”.
El evento es uno de los mayores actos políticos en la historia de Israel. Más de 10 mil agentes de policía custodiaban Jerusalén y las principales carreteras, y grandes partes de la ciudad estaban cerradas antes del evento.
cog
JERUSALÉN. — Docenas de líderes mundiales acudieron a Jerusalén este jueves para participar en un encuentro centrado en la conmemoración del Holocausto y en la lucha contra el antisemitismo contemporáneo.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin; su homólogo francés, Emmanuel Macron; el príncipe Carlos de Inglaterra; el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y los presidentes de Alemania, Italia y Austria, estaban entre los más de 40 mandatarios que asistieron al Foro Mundial sobre el Holocausto, que coincidió con el 75to aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.
Pence y Putin llegaron en la mañana del jueves con apenas una hora de distancia y se espera que se reúnan con líderes israelíes antes del acto principal de la jornada.
El evento de tres horas en el museo del Holocausto Yad Vashem de Jerusalén, llamado “Recordando el Holocausto: Luchando contra el Antisemitismo”, busca proyectar un frente unido para recordar el genocidio de los judíos europeos ante el repunte de la violencia antisemita tanto en el continente como en el resto del mundo.
Pero los retazos políticos no resueltos de la Segunda Guerra Mundial llegaron hasta la asamblea a través las diferentes narrativas históricas de los distintos actores.
El presidente de Polonia, que fue criticado por su propio revisionismo de la época de la guerra, boicoteó el encuentro al no ser invitado a intervenir, mientras que Putin tendrá un papel central pese a que lidera una campaña para restar importancia al pacto preguerra entre la Unión Soviética y los nazis, y puso la responsabilidad del inicio del conflicto sobre Polonia, cuya invasión en 1939 desató los combates.
En la víspera del encuentro, el presidente de Israel, Reuven Rivlin, pidió a los líderes mundiales que asistieron a una cena en su residencia oficial que “dejen la historia a los historiadores”.
El evento es uno de los mayores actos políticos en la historia de Israel. Más de 10 mil agentes de policía custodiaban Jerusalén y las principales carreteras, y grandes partes de la ciudad estaban cerradas antes del evento.
cog