Aún sin definirse si podrá ser candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva sigue liderando las encuestas para las elecciones de octubre en Brasil, incluso un sondeo publicado este lunes le atribuye hasta el 37 por ciento de los votos en un hipotético primer turno.
El estudio de opinión, divulgado por la Confederación Nacional del Transporte (CNT) y realizado por el instituto MDA, señala a Lula da Silva, encarcelado desde el 7 de abril por corrupción y lavado de dinero, como favorito por delante del ex militar y diputado de extrema derecha Jair Bolsonaro.
A 48 días para la primera ronda de los comicios, que se celebrará el 7 de octubre próximo, Lula da Silva obtendría 37.3 por ciento de los votos por 18.8 por ciento de Bolsonaro.
Tercera sería la ecologista Marina Silva (5.6 por ciento), mientras el candidato de centroderecha y ex gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, obtendría 4.9 por ciento y dejaría a su formación, el PSDB, por primera vez fuera de la segunda ronda en las últimas dos décadas.
En segunda vuelta, Lula da Silva se impondría a todos los candidatos, con cerca del 50 por ciento de los votos en las simulaciones publicadas este lunes por la CNT, cuyo sondeo se basó en dos mil dos entrevistas realizadas en 137 municipios del país (margen de error de 2.2 puntos).
La encuesta también evoca la posibilidad de que Lula da Silva sea inhabilitado por su condena en segunda instancia. En ese caso la mayor parte de los votos de Lula da Silva (17.3 por ciento de los 37.3 por ciento del primer turno) irían para su candidato a vicepresidente, Fernando Haddad, quien podría ser finalmente el candidato a presidente del PT.
La semana pasada el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidasdijo que Brasil debe permitir al ex presidente “ejercer sus derechos políticosmientras está en prisión” y participar de los comicios, al menos hasta que su sentencia por corrupción no sea en firme.
La Justicia electoral tiene hasta el 17 de septiembre para decidir si acepta o no a Lula da Silva como candidato en las elecciones más inciertas para Brasil desde la redemocratización en la década de 1980.