PARÍS (AP) — El presidente francés Emmanuel Macron se reunió con sus asesores de seguridad, habló por teléfono con el mandatario ruso Vladimir Putin y convocó a su gabinete por primera vez el jueves, en medio de sospechas de que está tratando de controlar a la prensa.
El gabinete, nombrado el miércoles, es una mezcla de 22 figuras destacadas y desconocidas tanto de la izquierda como de la derecha, y la mitad son mujeres.
Los dirigentes llegaron sonriendo al palacio del Elíseo y posaron brevemente para los fotógrafos ante la residencia presidencial en París.
Tras el encuentro, Macron habló por teléfono con Putin sobre maneras de cooperar en temas internacionales, como en la lucha contra el terrorismo. El Kremlin emitió un comunicado afirmando que los dos dirigentes se expresaron dispuestos a desarrollar los lazos "tradicionalmente amistosos" en los ámbitos económico, político y cultural.
Macron convocó también a un consejo de defensa con el ministro de defensa y los jefes militares, a fin de analizar temas de seguridad nacional. Francia permanece en estado de emergencia por la amenaza de terroristas islamistas desde los ataques ocurridos en noviembre del 2015.
En la reunión del gabinete, Macron le pidió a sus ministros tener “la disciplina y solidaridad necesarias”, a pesar de sus obvias diferencias políticas, dijo el portavoz oficial Christophe Castaner. Como reflejo de la posición independiente y centrista de Macron, su gabinete incluye ministros tanto socialistas como conservadores.
Castaner, un socialista que se sumó al movimiento de Macron el año pasado, dijo que “las diferencias políticas que tenemos no nos impedirán trabajar con inteligencia para el bien de Francia”.
Entretanto, surgió una controversia sobre el acceso que tendrá la prensa al gobierno, al reportarse que asistentes de Macron llamaron a diversos medios de comunicación para decirles a qué periodistas pueden enviar para cubrir el primer viaje de Macron fuera de Europa, que será el viernes en Mali.
Hasta ahora, los medios de comunicación podían decidir por sí mismos a quién enviar para cubrir un viaje del mandatario.
Castaner respondió que no estaba al tanto de la controversia pero trató de calmar las inquietudes de los reporteros al explicarles que es necesario limitar la cantidad de periodistas que pueden ir a los viajes.
"Como ustedes mismos vieron durante la campaña, la presencia de 50 periodistas y una docena de cámaras de televisión puede afectar el diálogo directo que el presidente quisiera tener con el pueblo francés”, dijo el vocero. “No se trata de controlar ni de imponer nada”.
Castaner dijo que él y el presidente están comprometidos a dejar que los periodistas hagan su trabajo.
"Tomaré nota de sus inquietudes y las pasaré a las autoridades", manifestó.