Mañana se conocerá fallo de Corte de NY sobre primera sentenciada en caso Raniere

Se trata de Clare Bronfman, quien se declaró culpable en abril de 2019 de dos cargos: robo de identidad y violación a las leyes de inmigración.

Mañana se conocerá fallo de Corte de NY sobre primera sentenciada en caso Raniere
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NUEVA TORK.- Sin mostrar hasta el momento arrepentimiento por el apoyo brindado a su líder Keith Raniere, acusado de siete cargos criminales, la heredera de la empresa Seagram, Clare Bronfman, será sentenciada este miércoles por el juez Nicholas Garaufis en la primera audiencia pública que se celebra en la Corte Federal del distrito este de Nueva York, Estados Unidos, desde que inició la pandemia de Covid-19.

El defensor de Bronfman, Ronald Sullivan Jr., pidió que la pena sea de tres años de libertad condicional y la fiscalía solicitó al juez que la sentencia ascienda a cinco años tras las rejas, pues argumentaron que “Raniere no podría haber cometido sus crímenes sin aliados tan poderosos como ella”.

En prisión domiciliaria desde la primavera de 2018, Bronfman, de 41 años, se declaró culpable en abril de 2019 de dos cargos: robo de identidad al seguir usando la tarjeta de crédito y la cuenta bancaria de una novia fallecida de Keith Raniere, Pam Cafritz, lo cual les permitió evadir impuestos sobre la renta y una violación a las leyes de inmigración luego de usar declaraciones falsas para obtener visas y reclutar jóvenes mujeres mexicanas para trabajar en NXIVM.

Incluida en una demanda de 80 personas víctimas de NXIVm y Raniere, que ingresaron a la Corte en enero, Bronfman deberá enfrentar aún el litigio civil junto con los señalados que incluye a las mexicanas Rosa Laura Junco, Daniela Padilla y Mónica Durán, acusadas de crear una empresa con un esquema Ponzi y una comunidad coercitiva que ejercía poder sobre los demandantes de los cuales “tomaron su dinero” y les complicaron la existencia “financiera, física y psicológicamente haciendo en algunos casos imposible abandonar la comunidad”.

A mediados de agosto, junto a 66 cartas de apoyo hacia ella y enviadas al juez Garaufis, Bronfman firmó una en la que apunta que “muchas personas, incluida la mayor parte de mi familia, creen que debería repudiar a Keith y NXIVM y que no hacerlo es algo difícil de entender para ellos. Sin embargo, para mí, Nxivm y Keith mejoraron mucho mi vida”.

Desde sus inicios, NXIVM buscó gente con recursos para financiar parte de las actividades de la organización. De ese modo, Bronfman utilizó su riqueza para contratar abogados, investigadores privados y firmas de relaciones públicas para desacreditar a los críticos de NXIVM, según consta en la acusación que levantó contra ella la fiscalía. Una de las víctimas de esa férrea maquinaria legal comandada por Bronfman, es la neoyorquina Barbara Bouchey, quien dijo esta mañana a MILENIO que está preparando una carta para leer al juez, previo a la sentencia del miércoles. Acosada judicialmente con cargos falsos durante al menos seis años, tiempo durante el cual cayó en la quiebra financiera y depresión emocional, Bouchey dice sobre su participación:

“He esperado mucho tiempo para este día. Su abuso (de Bronfman) me causó un dolor indescriptible y daños millonarios. Es complicado transmitir todo esto en los diez minutos que me serán permitidos, así que cada palabra será importante”.

Desde 2003 iniciaron las demandas sobre los críticos que cuestionaron los presuntos beneficios de los cursos aceitados por el método científico “inventado” por Raniere, a quien promovían en la organización como “El hombre más inteligente y ético del mundo”.

Se calcula que Bronfman invirtió más de 100 millones de dólares de su patrimonio para financiar esas batallas legales de NXIVM, además de otros proyectos fallidos en los que se embarcó el falso gurú, como el de las inversiones en el mercado de materias primas.

Mañana se conocerá el tiempo que deberá permanecer en la cárcel, no se le descontarían los dos años que tiene en prisión domiciliaria, aunque también se puede ver favorecida por un fallo del juez que decida enviarla a otros tres de libertad condicional como pide su defensa.

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NUEVA TORK.- Sin mostrar hasta el momento arrepentimiento por el apoyo brindado a su líder Keith Raniere, acusado de siete cargos criminales, la heredera de la empresa Seagram, Clare Bronfman, será sentenciada este miércoles por el juez Nicholas Garaufis en la primera audiencia pública que se celebra en la Corte Federal del distrito este de Nueva York, Estados Unidos, desde que inició la pandemia de Covid-19.

 

El defensor de Bronfman, Ronald Sullivan Jr., pidió que la pena sea de tres años de libertad condicional y la fiscalía solicitó al juez que la sentencia ascienda a cinco años tras las rejas, pues argumentaron que “Raniere no podría haber cometido sus crímenes sin aliados tan poderosos como ella”.

 

En prisión domiciliaria desde la primavera de 2018, Bronfman, de 41 años, se declaró culpable en abril de 2019 de dos cargos: robo de identidad al seguir usando la tarjeta de crédito y la cuenta bancaria de una novia fallecida de Keith Raniere, Pam Cafritz, lo cual les permitió evadir impuestos sobre la renta y una violación a las leyes de inmigración luego de usar declaraciones falsas para obtener visas y reclutar jóvenes mujeres mexicanas para trabajar en NXIVM.

 

Incluida en una demanda de 80 personas víctimas de NXIVm y Raniere, que ingresaron a la Corte en enero, Bronfman deberá enfrentar aún el litigio civil junto con los señalados que incluye a las mexicanas Rosa Laura Junco, Daniela Padilla y Mónica Durán, acusadas de crear una empresa con un esquema Ponzi y una comunidad coercitiva que ejercía poder sobre los demandantes de los cuales “tomaron su dinero” y les complicaron la existencia “financiera, física y psicológicamente haciendo en algunos casos imposible abandonar la comunidad”.

 

A mediados de agosto, junto a 66 cartas de apoyo hacia ella y enviadas al juez Garaufis, Bronfman firmó una en la que apunta que “muchas personas, incluida la mayor parte de mi familia, creen que debería repudiar a Keith y NXIVM y que no hacerlo es algo difícil de entender para ellos. Sin embargo, para mí, Nxivm y Keith mejoraron mucho mi vida”.

 

Desde sus inicios, NXIVM buscó gente con recursos para financiar parte de las actividades de la organización. De ese modo, Bronfman utilizó su riqueza para contratar abogados, investigadores privados y firmas de relaciones públicas para desacreditar a los críticos de NXIVM, según consta en la acusación que levantó contra ella la fiscalía. Una de las víctimas de esa férrea maquinaria legal comandada por Bronfman, es la neoyorquina Barbara Bouchey, quien dijo esta mañana a MILENIO que está preparando una carta para leer al juez, previo a la sentencia del miércoles. Acosada judicialmente con cargos falsos durante al menos seis años, tiempo durante el cual cayó en la quiebra financiera y depresión emocional, Bouchey dice sobre su participación:

 

“He esperado mucho tiempo para este día. Su abuso (de Bronfman) me causó un dolor indescriptible y daños millonarios. Es complicado transmitir todo esto en los diez minutos que me serán permitidos, así que cada palabra será importante”.

 

Desde 2003 iniciaron las demandas sobre los críticos que cuestionaron los presuntos beneficios de los cursos aceitados por el método científico “inventado” por Raniere, a quien promovían en la organización como “El hombre más inteligente y ético del mundo”.

 

Se calcula que Bronfman invirtió más de 100 millones de dólares de su patrimonio para financiar esas batallas legales de NXIVM, además de otros proyectos fallidos en los que se embarcó el falso gurú, como el de las inversiones en el mercado de materias primas.

 

Mañana se conocerá el tiempo que deberá permanecer en la cárcel, no se le descontarían los dos años que tiene en prisión domiciliaria, aunque también se puede ver favorecida por un fallo del juez que decida enviarla a otros tres de libertad condicional como pide su defensa.

 

 

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