BERLÍN. — Angela Merkel dijo este jueves a los alemanes que tienen por delante un “invierno difícil” mientras el número de contagios de coronavirus reportados en el país alcanza un nuevo máximo.
La canciller intervino en el Parlamento un día después de acordar, junto a los gobernadores de los 16 estados del país, restricciones más duras para frenar la propagación del virus, incluyendo el cierre de bares y restaurantes, nuevos límites a los contactos sociales y la prohibición de conciertos y otros eventos públicos.
Según la agencia alemana para el control de enfermedades, las autoridades de salud locales reportaron 16 mil 774 nuevos positivos por COVID-19 en el último día, acercando el total nacional al medio millón de casos desde el inicio del brote. El Instituto Robert Koch registró además 89 muertes más que elevaron el cómputo total a 10 mil 272.
Merkel dijo a los legisladores que Alemania está en una “situación dramática”a medida que avanza el invierno, que indicó que serán “cuatro largos y difíciles meses. Pero terminará”.
Las autoridades alemanas no tuvieron más opción que reducir drásticamente las reuniones sociales dado que tres cuartos de los contagios confirmados en el país ya no pueden rastrarse, agregó.
“Si esperamos hasta que las UCIs estén llenas será demasiado tarde", afirmó la mandataria.
Merkel apuntó que el debate democrático sobre las restricciones del virus era importante, pero criticó a quienes señalan que el ejecutivo está exagerando la amenaza del virus.
“Las mentiras y la desinformación, las conspiraciones y el odio dañan no solo el debate sino también la batalla contra el virus", dijo.
“Este no es solo un debate democrático que depende de nuestra relación con los hechos y la información, las vidas humanas dependen de él".
El líder de la oposición, Alexander Gauland, del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania, respondió al discurso de la canciller acusando al gobierno de realizar “propaganda de guerra” y comparó la pandemia con el tránsito, afirmando que la sociedad acepta también un cierto número de muertos en siniestros de coche.
Alemania ha empezado a recibir además a pacientes de coronavirus procedentes de países vecinos, como hizo en la primera ola de la pandemia.
Dos pacientes de Holanda y otros dos de Bélgica fueron trasladados a hospitales del oeste del país en los últimos días, dijo el Ministerio de Exteriores en un comunicado a The Associated Press el jueves.
En primavera, Alemania atendió a 232 pacientes que necesitaban cuidados intensivos de Francia, Italia y Holanda. El titular de Exteriores, Heiko Maas, recalcó que el país sigue dispuesto a ayudar a sus aliados de nuevo, incluyendo a través de una nueva oficina europea de coordinación.
Por otra parte, el gobierno de Gran Bretaña insistió en que un nuevo confinamiento no sería la forma correcta de lidiar con los rebrotes, aunque otros países europeos se han decantado por versiones de esa fórmula.
Un día después de que Francia y Alemania reforzaron su respuesta nacional para contener el aumento de los contagios, hospitalizaciones y muertes, el secretario británico de Comunidades, Robert Jenrick, señaló que es“correcto que intentemos todo lo que esté a nuestro alcance para evitar un confinamiento nacional general".
El virus está “muy concentrado en algunos lugares” por lo que el enfoque más adecuado es decretar restricciones para esos focos, añadió.
El gobierno británico, que es el responsable de la salud pública en Inglaterra, adoptó un sistema de tres niveles para frenar la segunda ola de contagios. Además de medidas generales como limitar las reuniones públicas, hay restricciones más duras en las zonas con más infecciones, como ocurre en gran parte del norte de Inglaterra.
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BERLÍN. — Angela Merkel dijo este jueves a los alemanes que tienen por delante un “invierno difícil” mientras el número de contagios de coronavirus reportados en el país alcanza un nuevo máximo.
La canciller intervino en el Parlamento un día después de acordar, junto a los gobernadores de los 16 estados del país, restricciones más duras para frenar la propagación del virus, incluyendo el cierre de bares y restaurantes, nuevos límites a los contactos sociales y la prohibición de conciertos y otros eventos públicos.
Según la agencia alemana para el control de enfermedades, las autoridades de salud locales reportaron 16 mil 774 nuevos positivos por COVID-19 en el último día, acercando el total nacional al medio millón de casos desde el inicio del brote. El Instituto Robert Koch registró además 89 muertes más que elevaron el cómputo total a 10 mil 272.
Merkel dijo a los legisladores que Alemania está en una “situación dramática”a medida que avanza el invierno, que indicó que serán “cuatro largos y difíciles meses. Pero terminará”.
Las autoridades alemanas no tuvieron más opción que reducir drásticamente las reuniones sociales dado que tres cuartos de los contagios confirmados en el país ya no pueden rastrarse, agregó.
“Si esperamos hasta que las UCIs estén llenas será demasiado tarde", afirmó la mandataria.
Merkel apuntó que el debate democrático sobre las restricciones del virus era importante, pero criticó a quienes señalan que el ejecutivo está exagerando la amenaza del virus.
“Las mentiras y la desinformación, las conspiraciones y el odio dañan no solo el debate sino también la batalla contra el virus", dijo.
“Este no es solo un debate democrático que depende de nuestra relación con los hechos y la información, las vidas humanas dependen de él".
El líder de la oposición, Alexander Gauland, del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania, respondió al discurso de la canciller acusando al gobierno de realizar “propaganda de guerra” y comparó la pandemia con el tránsito, afirmando que la sociedad acepta también un cierto número de muertos en siniestros de coche.
Alemania ha empezado a recibir además a pacientes de coronavirus procedentes de países vecinos, como hizo en la primera ola de la pandemia.
Dos pacientes de Holanda y otros dos de Bélgica fueron trasladados a hospitales del oeste del país en los últimos días, dijo el Ministerio de Exteriores en un comunicado a The Associated Press el jueves.
En primavera, Alemania atendió a 232 pacientes que necesitaban cuidados intensivos de Francia, Italia y Holanda. El titular de Exteriores, Heiko Maas, recalcó que el país sigue dispuesto a ayudar a sus aliados de nuevo, incluyendo a través de una nueva oficina europea de coordinación.
Por otra parte, el gobierno de Gran Bretaña insistió en que un nuevo confinamiento no sería la forma correcta de lidiar con los rebrotes, aunque otros países europeos se han decantado por versiones de esa fórmula.
Un día después de que Francia y Alemania reforzaron su respuesta nacional para contener el aumento de los contagios, hospitalizaciones y muertes, el secretario británico de Comunidades, Robert Jenrick, señaló que es“correcto que intentemos todo lo que esté a nuestro alcance para evitar un confinamiento nacional general".
El virus está “muy concentrado en algunos lugares” por lo que el enfoque más adecuado es decretar restricciones para esos focos, añadió.
El gobierno británico, que es el responsable de la salud pública en Inglaterra, adoptó un sistema de tres niveles para frenar la segunda ola de contagios. Además de medidas generales como limitar las reuniones públicas, hay restricciones más duras en las zonas con más infecciones, como ocurre en gran parte del norte de Inglaterra.
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