Naciones Unidas, 30 Mar (Notimex).- Pese a las negociaciones políticas que se llevan a cabo para detener el conflicto en Siria, los últimos meses han sido algunos de los más violentos para los civiles de ese país, advirtió el coordinador de la ONU para la ayuda humanitaria, Stephen O'Brien.
En una sesión en el Consejo de Seguridad, O'Brien destacó que considerar que “los últimos meses han sido algunos de los peores para los civiles dentro de Siria”, es realmente preocupante dado los estándares de violencia de un conflicto que ya tiene más de seis años.
El funcionario afirmó que los ataques contra la infraestructura civil, como a las instalaciones médicas y a escuelas, han sido un distintivo de la guerra en Siria que continúa.
En especial, O'Brien se dijo “profundamente preocupado” por la seguridad de los más de 400 mil civiles en la provincia de Raqqa, que es considerada como el centro de operaciones del grupo terrorista del Estados Islámico de Irak y el Levante (EIIL), que actualmente está bajo ataque.
De acuerdo con la ONU, cientos de miles de personas han sido asesinadas en el conflicto en Siria, además de que millones más han sufrido heridas. Asimismo, más de cinco millones de personas han huido del país y ahora viven como refugiados.
Los crímenes contra la humanidad y los crímenes de guerra han sido cometidos por todas las partes del conflicto de manera reiterada, según informes de la ONU.
O'Brien enfatizó que la violencia en Siria continúa pese a que la atención de los medios de comunicación ha menguado luego de la evacuación de civiles de la ciudad de Alepo.
El funcionario urgió por ello a las partes del conflicto que se reúnen esta semana en Ginebra a que se esfuercen por generar mejoras tangibles en la vida de los sirios.
“Como ha dicho el secretario general de la ONU (Antonio Guterres), la paz en Siria es un imperativo moral y político tanto para el pueblo sirio como para el mundo, un imperativo que no puede esperar”, expresó O'Brien.