El caso de Sebastián Zapeta-Calil, migrante guatemalteco acusado de asesinar a una mujer en el metro de Nueva York, ha generado indignación. La víctima, una mujer en situación de calle, murió tras sufrir quemaduras e inhalar humo en un tren detenido en Brooklyn.
Zapeta-Calil enfrenta cargos de asesinato en primer y segundo grado, así como incendio premeditado. El cargo más grave podría significar cadena perpetua sin libertad condicional. La Fiscalía de Brooklyn calificó el acto como “espantoso y sin sentido”.
¿Qué ocurrió en el metro de Nueva York?
El crimen sucedió el 22 de diciembre en la estación Stillwell Avenue del tren F. Según la Fiscalía, el acusado prendió fuego a la ropa de la mujer y avivó las llamas con una camisa. Cámaras de vigilancia captaron el ataque y el posterior comportamiento del sospechoso, quien observó el incendio desde el andén.
Las imágenes fueron clave en la investigación y, junto con el testimonio de tres estudiantes que identificaron al sospechoso, llevaron a su arresto. La víctima aún no ha sido identificada oficialmente, pero su muerte fue clasificada como homicidio.
¿Cuáles son las repercusiones del caso?
El caso ha reavivado preocupaciones sobre la seguridad en el transporte público y la situación migratoria del acusado, quien había sido deportado en 2018 y regresó ilegalmente al país. Además, el incidente evidenció la falta de recursos para proteger a personas vulnerables en espacios urbanos.
Las autoridades respondieron anunciando medidas de seguridad adicionales, como el despliegue de la Guardia Nacional y la instalación de cámaras en el sistema de transporte. Sin embargo, la comunidad sigue exigiendo justicia y soluciones a largo plazo.
El próximo 7 de enero, Zapeta-Calil comparecerá ante el Tribunal Supremo del Condado de Kings. Hasta entonces, permanece detenido en Rikers Island, mientras las autoridades federales planean su entrega al ICE tras concluir el caso penal.
MQ