Buenos Aires.- Docentes, trabajadores, organizaciones sociales, gremiales y partidos de izquierda realizaron hoy aquí múltiples protestas masivas para repudiar las políticas del presidente de Argentina, Mauricio Macri, que han provocado una crisis económica.
Buenos Aires enfrentó una jornada caótica con los bloqueos de accesos, avenidas y rutas del metrobús, lo que colapsó el centro de la ciudad, que estuvo tomada por los manifestantes a lo largo del día. Las protestas fueron iniciadas muy temprano por la Asociación Gremial de Docentes de la Universidad de Buenos Aires, que marchó hacia el Ministerio de Educación en reclamo de un aumento salarial a los profesores universitarios y al presupuesto educativo en general.
Más tarde, las columnas del Frente de Izquierda y de los Trabajadores y el Movimiento Socialista de los Trabajadores se concentraron en el Obelisco, el monumento más emblemático del país, que está ubicado en pleno centro de esta capital. En la misma zona, los agremiados a la Asociación de Trabajadores del Estado y a la Central de Trabajadores de Argentina se sumaron para realizar una jornada nacional de lucha, que se replicó en las principales ciudades del país.
A lo largo de la Avenida 9 de Julio, la más importante de Argentina, se instalaron además miles de militantes de las organizaciones Barrios de a Pie, la Central Clasista y Combativa y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular. El reclamo unánime de todos los manifestantes se centró en el empobrecimiento provocado por la crisis económica que estalló este año y que el gobierno macrista no ha logrado controlar.
La devaluación del 100 por ciento del peso argentino impactó de inmediato en un aumento de precios y la consecuente pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores de todos los sectores. Además, la crisis cambiaria que aumentó de 19 a 39 pesos el precio del dólar en los primeros ocho meses de este año modificó las expectativas de inflación del 15 al 40 por ciento, pero los salarios no se ajustaron al mismo nivel.
El problema es que la crisis todavía no toca fondo y el propio Macri ya reconoció que se profundizará, ya que el gobierno comenzó el año con un escenario de crecimiento económico del 3.5 por ciento que luego se redujo drásticamente a 0.4 por ciento. Después, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, asumió que no habría ya ningún crecimiento, sino una recesión del 1.0 por ciento, pero la semana pasada reveló que ésta será todavía mayor, del 2.4 por ciento. La crisis ha detonado un clima de conflicto social con jornadas como las de este miércoles, que fue apenas un anticipo de la multitudinaria protesta y paro nacional previstos para el próximo 25 de septiembre.