SAO PAULO. - El ministro de Salud de Brasil instó al gobierno a hablar con una voz unificada en su lucha contra el nuevo coronavirus, criticando al presidente Jair Bolsonaro por minimizar la amenaza antes de los que serán probablemente los dos meses más duros del brote.
En una entrevista televisiva emitida en la noche del domingo, el ministro de Salud, Henrique Mandetta, también cargó contra la gente que celebra reuniones en público, sin referirse directamente a Bolsonaro, que salió a la calle durante el fin de semana, congregando a multitudes y saludando a sus seguidores.
"Espero que podamos hablar con un mensaje único y unificado, porque de otra manera los brasileños acabarán teniendo dudas. No saben si escuchar al ministro de Salud o al presidente. A quién deben escuchar", señaló Mandetta.
Aunque el ministro evitó la semana pasada un despido que muchos daban por hecho, sigue enfrentado al presidente sobre el brote, ya que Bolsonaro criticó las políticas de aislamiento y sugirió que lo peor podría haber quedado ya atrás.
La cifra de muertes en Brasil aumentó a mil 223 personas el domingo, 99 más que el día previo, mientras que los casos confirmados llegaron a 22 mil 169, según datos del Ministerio de Salud.
Pese a todo, el presidente -un excapitán de extrema derecha- dijo a los líderes evangélicos en un discurso por video el domingo que "parece que el asunto del virus está empezando a irse".
No obstante, en la entrevista, emitida más tarde el domingo, Mandetta advirtió que los días más duros del brote se sentirán en mayo y junio.
"El comportamiento de la sociedad dictará lo que ocurrirá en las próximas semanas", agregó el ministro. "Cuando ves a la gente entrando en las panaderías, en los supermercados, haciendo cola uno al lado del otro, eso está claramente mal", indicó.
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SAO PAULO. - El ministro de Salud de Brasil instó al gobierno a hablar con una voz unificada en su lucha contra el nuevo coronavirus, criticando al presidente Jair Bolsonaro por minimizar la amenaza antes de los que serán probablemente los dos meses más duros del brote.
En una entrevista televisiva emitida en la noche del domingo, el ministro de Salud, Henrique Mandetta, también cargó contra la gente que celebra reuniones en público, sin referirse directamente a Bolsonaro, que salió a la calle durante el fin de semana, congregando a multitudes y saludando a sus seguidores.
"Espero que podamos hablar con un mensaje único y unificado, porque de otra manera los brasileños acabarán teniendo dudas. No saben si escuchar al ministro de Salud o al presidente. A quién deben escuchar", señaló Mandetta.
Aunque el ministro evitó la semana pasada un despido que muchos daban por hecho, sigue enfrentado al presidente sobre el brote, ya que Bolsonaro criticó las políticas de aislamiento y sugirió que lo peor podría haber quedado ya atrás.
La cifra de muertes en Brasil aumentó a mil 223 personas el domingo, 99 más que el día previo, mientras que los casos confirmados llegaron a 22 mil 169, según datos del Ministerio de Salud.
Pese a todo, el presidente -un excapitán de extrema derecha- dijo a los líderes evangélicos en un discurso por video el domingo que "parece que el asunto del virus está empezando a irse".
No obstante, en la entrevista, emitida más tarde el domingo, Mandetta advirtió que los días más duros del brote se sentirán en mayo y junio.
"El comportamiento de la sociedad dictará lo que ocurrirá en las próximas semanas", agregó el ministro. "Cuando ves a la gente entrando en las panaderías, en los supermercados, haciendo cola uno al lado del otro, eso está claramente mal", indicó.
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