En el 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamaron el 13 de junio como el Día Internacional de Sensibilización sobre el Albinismo.
El albinismo es una condición que altera la pigmentación en la piel, cabello y ojos, y no es una enfermedad ni discapacidad, sin embargo, las personas que la padecen tienen una mayor sensibilidad al sol y a la luz intensa.
Esto puede generar que las personas que la padecen puedan padecer de diferencias visuales y sean propensas a sufrir cáncer de piel, por lo que deben tener cuidados especiales al momento de tener que exponerse al sol.
Mitos y verdades del albinismo
El albinismo puede padecerlo cualquier ser vivo, incluyendo animales e inclusos vegetales sin importar el sexo, además no es considerada una enfermedad, pues se trata de una alteración genética y no un contagio.
Hay dos tipos de albinismo, el primero que se trata del albinismo oculocutáneo, que es el más invasivo, pues afecta a los ojos, el cabello y la piel, y este se padece de forma hereditaria, pues es de carácter autosómico recesivo, es decir, que los cromosomas del padre y la madre deben portar ese rasgo.
El otro tipo de albinismo es el ocular, y como su nombre lo dice, afecta únicamente a los ojos, y la piel o cabello tienen una pigmentación normal.
Los problemas que presentan principalmente las personas albinas son de visión, por la misma falta de pigmento melanina y pueden padecer de miopía, incluso, los especialistas recomiendan utilizar dos tipos de gafas.
Los problemas de piel son otro al que se enfrentan las personas con albinismo, pues la mayoría de las personas con albinismo mueren de cáncer de piel entre los 30 y los 40 años de edad. Si las personas con albinismo pudieran ejercer plenamente su derecho a la salud, podrían tratarse de este tipo de cáncer, que se puede prevenir en un alto porcentaje.
MQ