Moscú calificó este viernes de “histeria” que “ridiculiza” a Washington las nuevas acusaciones de injerencia rusa en el proceso electoral del país norteamericano, como denunciaron el jueves altas autoridades de seguridad e inteligencia estadunidenses.
“Esta histeria, que ha durado dos años en torno a la supuesta interferencia rusa que nunca tuvo lugar, no solo socava las relaciones bilaterales, sino que ridiculiza a todo el sistema político estadunidense”, aseguró la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, en una conferencia de prensa.
Hace dos días, Washington acusó a Rusia de llevar a cabo una campaña “generalizada” para influir en las elecciones legislativas de noviembre próximo.
Las presuntas interferencias de El Kremlin durante la campaña electoral de las presidenciales de 2016 llevaron al secretario de Justicia a nombrar a un fiscal especial, Robert Mueller, para investigar esas acciones ilegales, incluida una posible colusión entre el equipo de campaña del entonces candidato republicano y hoy mandatario, Donald Trump, y autoridades de Rusia.
El equipo de Mueller interrogó el miércoles a Kristin Davis, conocida como la “Madame de Manhattan” por haber facilitado las relaciones entre prostitutas y la elite adinerada de Nueva York, informaron el viernes las cadenas de televisión CNN y NBC.
Los investigadores estarían interesados en los vínculos de Davis con Roger Stone, un amigo de Trump que formó parte de su campaña en los comicios presidenciales, aunque dejó su equipo en agosto de 2015.
Las televisoras, que citan fuentes familiarizadas con el asunto, aseguraron que Davis accedió “voluntariamente” al interrogatorio de Mueller.
Según los medios, a pesar de su salida, Stone siguió asesorando informalmente a Trump y supuestamente, en 2016, conversó con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, sobre los correos del Partido Demócrata que su portal había obtenido y que contenían información perjudicial sobre Hillary Clinton, rival del actual presidente en las elecciones.
En ese contexto y en un nuevo capítulo de aparente rispidez entre Moscú y Washington, EU sancionó el viernes al banco ruso Agrosoyuz Commercial Bank por ayudar a Corea del Norte a eludir las medidas del Consejo de Seguridad de la ONU contra Pionyang por sus programas de armamento.
El Departamento del Tesoro anunció que también sancionó a una persona vinculada al banco y a otras dos entidades por “facilitar actividades financieras ilícitas de Corea del Norte”.
Los castigos impuestos por Washington congelan propiedades o activos en EU de los sancionados, y prohíben a sus ciudadanos estadunidenses hacer negocios con ellos.
También ayer la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Nikki Haley, aseguró que los informes de que Rusia había violado las sanciones al otorgar nuevos permisos de trabajo a miles de trabajadores norcoreanos eran “creíbles” y “profundamente preocupantes”.