Este sábado, la funeraria La Candelaria de Copiapó en la región de Atacama, Chile, informó el fallecimiento de Mario Gómez, uno de los 33 mineros que protagonizó el histórico rescate de la mina San José en 2010. Gómez, quien padecía silicosis y fibrosis pulmonar, murió a los 74 años tras años de luchar contra las consecuencias de su larga exposición al polvo en las minas. Desde 2017, era oxígeno dependiente, condición que afectó gravemente su calidad de vida.
Mario Gómez fue el noveno minero en ser rescatado el 13 de octubre de 2010, después de haber permanecido junto a sus compañeros 69 días atrapado a más de 600 metros de profundidad en el yacimiento ubicado al norte de Santiago de Chile.
Su vida y su legado quedaron marcados en la memoria colectiva no solo de Chile, sino también del mundo, por haber sido el autor de la primera carta que entregó una señal de vida del grupo de mineros atrapados. El mensaje, dirigido a su esposa, fue uno de los momentos más emotivos durante el proceso de rescate, que mantuvo en vilo a millones de personas.
¿Qué decía el mensaje de Mario Gómez desde la mina?
La carta que fue subida a la superficie en una bolsita de nylon, adherida al martillo de la sonda que perforaba el lugar donde los 33 luchaban por sobrevivir, contenía palabras llenas de fe y esperanza que impactaron profundamente a los familiares que aguardaban en el Campamento Esperanza y al público que seguía con atención los avances del rescate.
“Querida Lila, estoy bien gracias a Dios. Esperamos salir pronto. Paciencia, Dios es grande, vamos a salir...”, era parte del contenido en el mensaje del minero.
Gómez, quien comenzó a trabajar en la minería a los 14 años, fue una figura clave durante el tiempo que pasaron atrapados, gracias a su experiencia y liderazgo. Sin embargo, su larga carrera en el rubro minero le cobró un alto precio en su salud. La silicosis, una enfermedad respiratoria común en los mineros debido a la inhalación de partículas de polvo de sílice, fue agravada por las duras condiciones que enfrentó bajo tierra durante aquellos casi 70 días.
El legado de Mario Gómez traspasó fronteras, y su historia inspiró a miles, incluido al exfutbolista alemán Mario Gómez, quien en 2010 expresó su admiración por el minero chileno que compartía su nombre. A través del entonces presidente Sebastián Piñera, el futbolista hizo llegar al trabajador una camiseta autografiada del Bayern Munich con el número 33, en honor al grupo de mineros.
El velatorio de Mario Gómez se llevará a cabo en la ciudad de Copiapó, y su entierro está programado para el próximo lunes, según informó la funeraria La Candelaria. Con su partida, Chile pierde a uno de los héroes que con su resiliencia y fe inquebrantable, ayudó a que la tragedia de la mina San José se convirtiera en un símbolo de esperanza y superación.
AM