Kathleen Folbigg fue considerada "la peor asesina en serie de su país" tras haber sido acusada de matar a sus cuatro hijos y, después de 20 años, quedó en libertad.
La mujer fue indultada y puesta en libertad. El indulto fue firmado por la gobernadora del estado de
Nueva Gales del Surluego de que se informaron las conclusiones de un informe sobre el caso, que estuvo a cargo del juez retirado, Thomas Bathurst.
Cuando Kathleen fue detenida se le consideraba "la peor asesina de la historia" de Australia, pues la señalaron como la autora material del homicidio de sus cuatro hijos, sin embargo, la historia parece que tuvo un cambio radical.
El jurista llegó a "la firme consideración de que hay dudas razonables sobre la culpabilidad de Folbigg" en cada una de las muertes, esto luego de una investigación científica coordinada por la inmunóloga española, Carola García de Vinuesa, que vinculó los decesos a fallos genéticos.
Condenada a 25 años de cárcel
Folbigg, quien siempre defendió su inocencia, fue condenada a 25 años en 2003 por el asesinato de tres de sus hijos y el homicidio involuntario de su primer hijo, Caleb.
Cada niño: Caleb, Patrick, Sarah y Laura, murieron entre 1989 y 1999, con edades comprendidas entre los 19 días y los 19 meses; en Hunter-Newcastle, a unos 120 kilómetros de Sídney.
Los menore estaban bajo su cuidado y los fiscales en su juicio alegaron que los había asfixiado.
Muerte de los 4 niños
La australiana Kathleen Folbigg estaba casada con Craig Folbigg. La noche del 20 de febrero de 1989, Kathleen gritó a su marido: "algo le pasa a mi bebé" y después descubrió que su primogénito, Caleb, no respiraba; él bebé murió 19 días después de nacer.
Posterior, Patrick, quien padecía de daño cerebral, ceguera parcial y ataques epilépticos, murió un 13 de febrero de 1991 a los ocho meses de edad. "Pasó de nuevo", le comunicó Kathleen Folbigg a su esposo al tiempo que le pidió volver a casa.
En el tercer caso, Kathleen encontró a su hija Sarah, de diez meses y medio, azul e inmóvil; la bebé falleció el 30 de agosto de 1993.
Seis años después, el 1 de marzo de 1999, su cuarta hija, Laura, falleció a los 18 meses después de que su madre la pusiera a dormir la siesta.
En un inicio los expertos consideraron que Caleb y Sarah fueron víctimas de una muerte súbita y Patrick de un ataque de epilepsia, mientras dejaron como "indeterminadas" las causas de la muerte de Laura, lo que abrió la puerta a investigar posibles infanticidios.
Las investigaciones penales comenzaron en julio de 1999. Las autoridades pusieron atención al diario de Folbigg porque en él eescribía algunas frases como "soy la hija de mi padre" o "me siento la peor madre del mundo, tengo miedo de que me deje como lo hizo Sarah (su hija). Se que tenía poca paciencia y era cruel con ella a veces y se fue (murió)", además de textos en las que dejaba ver que su estrés le hacía hacer cosas terribles, describe El Clarín.
Tras revisar dicho diario, recibió, en 2003, una condena de 40 años de prisión con derecho a pedir la libertad condicional después de 30 años.
La mujer defendió siempre su libertad y consiguió que el Tribunal Penal de Apelaciones le rebajara su condena en 2005 a 30 años, con derecho a pedir la libertad condicional después de 25 años de cárcel.
Este caso dio un giro en 2020, cuando un equipo de científicos, coordinado por la inmunóloga española Carola García de Vinuesa y liderado por el danés Michael Toft Overgaard, concluyó que los decesos de los bebés de Folbigg podrían deberse a causas genéticas.
Dicho etudio constató que los niños portaban variantes raras de un gen que mata a roedores por ataques epilépticos.
El indulto no implica que la mujer, de 55 años de edad, quede absuelta por los delitos que se le atribuyeron, lo que es competencia del Tribunal Penal de Apelaciones, y cabe la posibilidad de que Folbigg reclame una indemnización.
Kathleen Folbigg considerada "la peor asesina en serie", acusada de matar a sus cuatro hijos quedó en libertad después de 20 años.