NUEVA ZELANDA.- El caso de Grace Millane, una joven británica asesinada en Nueva Zelanda en 2018, inició el proceso de juicio en el que se buscará encontrar si su muerte, que ocurrió mientras tenía sexo con un hombre que conoció en Tinder, fue un homicidio culposo o un accidente.
TE RECOMENDAMOS: Pareja lesbiana le amputó pene a su hijo para después matarlo; querían que fuera una niña
Grace, quien estaba de viaje en Nueva Zelanda tras haberse graduado de la universidad, conoció al asesino a través de la app de citas Tinder y fue vista con vida por última vez el 1 de diciembre de 2018, un día antes de que cumpliera 22 años.
De acuerdo con The Guardian, Grace se encontró con el hombre de 27 años (quien por cuestiones legales su identidad permanece en secreto) a las 17:45 horas. Luego de caminar y beber, se dirigieron al hotel CityLife a las 21:41 horas, donde se captaron las últimas imágenes de la mujer antes de entrar a la habitación del acusado.
El fiscal de la Corona, Robin McCoubrey, señaló durante el juicio que Grace y el hombre fueron captados besándose y aparentemente disfrutando su tiempo, antes de entrar al hotel, donde la mujer habría muerto por asfixia mientras tenía relaciones sexuales.
Al día siguiente, a las 06:00 horas, el acusado buscó en Google "rigor mortis", "bolsas de lona con ruedas", "pájaros que comen carne" y "hay buitres en Nueva Zelanda", además de investigar limpiadores de alfombras, renta de autos y playas cerca de Auckland.
McCoubrey también dijo durante el jucio que el hombre tenía en su celular fotos del cuerpo desnudo de Grace, había buscado "Waitakere Ranges" (el sitio donde se encontró la maleta con el cuerpo) y vio pornografía.
Más tarde ese día, el asesino rentó un auto y compró una maleta para meter el cuerpo de Grace. También se mensajeaba con otra mujer que conoció en Tinder y con quien tendría una cita en ese día. En esa conversación, el hombre habló sobre si alguien podría meterse en problemas por matar a alguien después de tener sexo duro.
Según Radio Nueva Zelanda, el fiscal señaló que el acusado no parecía preocupado por tener un cadáver en su departamento, porque en la tarde tenía una cita con otra mujer.
Los abogados defensores del hombre afirmaron que Grace Millane, tras un acto sexual consensuado que salió mal, murió de forma accidental, ya que la mujer aceptó que el hombre le restringiera la respiración para tratar de conseguir más placer.
Los medios neozelandeses reportan que el juicio durará cerca de cinco semanas y la familia de Grace Millane estará presente.
JM