CHICAGO. — Una mujer de Chicago que se convirtió el mes pasado en la primera paciente de COVID-19 sometida a trasplante doble de pulmón en Estados Unidos dijo que se despertó días después, inconsciente de la cirugía que le habían realizado e incapaz de reconocer su cuerpo.
Mayra Ramírez afirmó que antes de enfermarse era una persona activa e independiente que se mudó de Carolina del Norte a Chicago en 2014 para trabajar de auxiliar en un despacho de abogados. Afirmó que tenía una enfermedad autoinmune pero que por lo demás estaba saludable. Ramírez había corrido unos 5 kilómetros (tres millas) poco antes de sentirse mal y terminar en un hospital.
“Me indicaron que me apurara y me cambiara”, señaló. “Me preguntaron quién tomaría las decisiones médicas por mí. Les dije que mi madre y mi hermana mayor que viven en Carolina del Norte. Sólo tenía un par de minutos para llamarles y hacerles saber lo que estaba pasando antes de que me intubaran”.
Ramírez, de 28 años, recibió el doble trasplante el 5 de junio en el Hospital Northwestern Memorial de Chicago. No despertó sino hasta mediados de junio.
“Me miré y no podía reconocer mi cuerpo”, relató el jueves ante reporteros. “No tenía la capacidad cognitiva para procesar qué estaba ocurriendo. Sólo sabía que quería tomar agua”.
El doctor Ankit Bharat, jefe de cirugía torácica y director quirúrgico del Programa Médico de Trasplantes Pulmonares del Noroeste, dijo que Ramírez, quien fue conectada a un ventilador artificial, estuvo luchando por su vida durante seis semanas mientras el virus le destruía completamente los pulmones. Los médicos solían llamar a Nohemí Romero, la madre de la paciente, para informarle cómo iban las cosas.
Ramírez, sentada al lado de su madre en la conferencia de prensa en el hospital, dijo que su familia había viajado a Chicago con la intención de darle el último adiós.
“Por fortuna, para cuando llegaron mi madre y mis dos hermanas, el equipo médico había logrado estabilizarme”, declaró Ramírez. “Les explicaron la opción del trasplante pulmonar y mi madre estuvo de acuerdo. Después, antes de 48 horas, recibí el trasplante pulmonar en una operación de 10 horas”.
Bharat consideró la cirugía de Ramírez un “hito” en la atención de pacientes con COVID-19 en grado severo.
“El trasplante de pulmón no es para todos los pacientes con COVID-19, pero ofrece a algunos de los pacientes graves otra opción para que sobrevivan”, señaló Bharat. “Mayra y Brian son pruebas vivientes de ello”.
El cirujano torácico doctor Rafael Garza Castillon dijo que el Hospital Northwestern Memorial considera ahora efectuar el procedimiento en otros pacientes que han eliminado al virus y no tienen otras fallas orgánicas de consideración.
“Todos estamos aprendiendo juntos y compartiendo las mejores prácticas, y ahora el trasplante de pulmón es parte de la atención contra el COVID-19”, afirmó Bharat. Ramírez, quien ya esta en casa, dijo sentirse mucho mejor, aunque procura recuperar su fuerza y resistencia. Dijo saber que hoy una familia llora por un ser querido.
“No fue sino hasta semanas después cuando tuve la capacidad de pensar que hay una familia que llora por un ser querido”, afirmó Ramírez. “Yo tengo los pulmones de esa persona y cuán afortunada fui al recibirlos”.
CHICAGO. — Una mujer de Chicago que se convirtió el mes pasado en la primera paciente de COVID-19 sometida a trasplante doble de pulmón en Estados Unidos dijo que se despertó días después, inconsciente de la cirugía que le habían realizado e incapaz de reconocer su cuerpo.
Mayra Ramírez afirmó que antes de enfermarse era una persona activa e independiente que se mudó de Carolina del Norte a Chicago en 2014 para trabajar de auxiliar en un despacho de abogados. Afirmó que tenía una enfermedad autoinmune pero que por lo demás estaba saludable. Ramírez había corrido unos 5 kilómetros (tres millas) poco antes de sentirse mal y terminar en un hospital.
“Me indicaron que me apurara y me cambiara”, señaló. “Me preguntaron quién tomaría las decisiones médicas por mí. Les dije que mi madre y mi hermana mayor que viven en Carolina del Norte. Sólo tenía un par de minutos para llamarles y hacerles saber lo que estaba pasando antes de que me intubaran”.
Ramírez, de 28 años, recibió el doble trasplante el 5 de junio en el Hospital Northwestern Memorial de Chicago. No despertó sino hasta mediados de junio.
“Me miré y no podía reconocer mi cuerpo”, relató el jueves ante reporteros. “No tenía la capacidad cognitiva para procesar qué estaba ocurriendo. Sólo sabía que quería tomar agua”.
El doctor Ankit Bharat, jefe de cirugía torácica y director quirúrgico del Programa Médico de Trasplantes Pulmonares del Noroeste, dijo que Ramírez, quien fue conectada a un ventilador artificial, estuvo luchando por su vida durante seis semanas mientras el virus le destruía completamente los pulmones. Los médicos solían llamar a Nohemí Romero, la madre de la paciente, para informarle cómo iban las cosas.
Ramírez, sentada al lado de su madre en la conferencia de prensa en el hospital, dijo que su familia había viajado a Chicago con la intención de darle el último adiós.
“Por fortuna, para cuando llegaron mi madre y mis dos hermanas, el equipo médico había logrado estabilizarme”, declaró Ramírez. “Les explicaron la opción del trasplante pulmonar y mi madre estuvo de acuerdo. Después, antes de 48 horas, recibí el trasplante pulmonar en una operación de 10 horas”.
Bharat consideró la cirugía de Ramírez un “hito” en la atención de pacientes con COVID-19 en grado severo.
“El trasplante de pulmón no es para todos los pacientes con COVID-19, pero ofrece a algunos de los pacientes graves otra opción para que sobrevivan”, señaló Bharat. “Mayra y Brian son pruebas vivientes de ello”.
El cirujano torácico doctor Rafael Garza Castillon dijo que el Hospital Northwestern Memorial considera ahora efectuar el procedimiento en otros pacientes que han eliminado al virus y no tienen otras fallas orgánicas de consideración.
“Todos estamos aprendiendo juntos y compartiendo las mejores prácticas, y ahora el trasplante de pulmón es parte de la atención contra el COVID-19”, afirmó Bharat. Ramírez, quien ya esta en casa, dijo sentirse mucho mejor, aunque procura recuperar su fuerza y resistencia. Dijo saber que hoy una familia llora por un ser querido.
“No fue sino hasta semanas después cuando tuve la capacidad de pensar que hay una familia que llora por un ser querido”, afirmó Ramírez. “Yo tengo los pulmones de esa persona y cuán afortunada fui al recibirlos”.