Una mujer austro-alemana, de 31 años, recibió una herencia millonaria por parte de su abuela fallecida, pero ella asegura que no quiere quedarse con todo el dinero, por lo que decidió iniciar un movimiento con el que podrá donar gran parte de su fortuna.
Se trata de Marlene Engelhorn, una mujer que es descendiente del fundador de la farmacéutica BASF y Boehringer Mannheim, por lo que cuando su abuela falleció, la austriaca recibió una herencia de 4.200 millones de dólares, es decir, un poco más de 3.800 milones de euros.
No obstante, la gente que estaba enterada, se sorprendió al saber que la intención de Marlene era renunciar al 90 por ciento de este dinero por una cuestión de “justicia social”.
“No necesito todo este dinero”, dijo la mujer quien decidió dar un paso más y repartir este dinero, por lo que recientemente solicitó ayuda y consejo a sus compatriotas austriacos.
¿Cómo va a repartir su herencia?
Para poder distribuir su herencia, la mujer tendrá a 50 personas, quienes plantearán sus ideas con el requisito de que estas deben beneficiar a la sociedad. Organizó una clase de casting, de donde saldrán 10 mil ciudadanos elegidos al azar, mayores de 16 años. De ellos, 50 serán escogidos junto a 15 suplentes para acudir a reuniones en Salzburgo entre marzo y junio.
Marlene detalló que la finalidad de esta iniciativa es ver la riqueza repartida en ausencia de una acción política eficaz, por lo que busca denunciar el “fracaso” de los gobiernos para detener las desigualdades, así como espera formar un consejo diverso que represente diferentes grupos de edad, clases sociales y antecedentes para poder usar el dinero para buenas causas.
La mujer es activista desde hace años, estás a favor de aumentar el impuesto de los ricos, ha participado en eventos como “Millonarios por la Humanidad”, que se hizo en Ámsterdam en 2022. Por lo anterior, Marlene comenzó su iniciativa de donar su dinero para responder a la abolición del impuesto sobre las herencias en Austria desde 2008.
Sobre su familia, los Engelhorn eran conocidos por los duelos de la empresa química BASF y Boehringer Mannheim, así como por su filantropía de apoyar a jóvenes científicos con centros de arqueología y programas musicales.
Cabe señalar que esta idea surgió desde hace aproximadamente dos años, sin embargo, reunir a las 50 personas es una nueva meta que se propuso Marlene.
AA