Jodi Proger, una mujer de 64 años que dedicó más de una década a la rehabilitación de ciervos, murió tras un ataque en su granja ubicada en Stewartsville, Ohio, Estados Unidos. El trágico suceso ocurrió el pasado 15 de noviembre, cuando la víctima quedó atrapada en un corral junto a uno de los ciervos machos.
La policía del condado de Belmont acudió al lugar del ataque y encontró a Proger inmovilizada. Los oficiales se vieron obligados a disparar y matar al venado, catalogado como agresivo, para poder llegar hasta la mujer, quien fue declarada muerta en el lugar de los hechos, según reportó el medio WSYX.
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¿Quién era Jodi Proger y cómo inició su labor de rescate?
Jodi Proger inició su labor de rescate de fauna en 2013, cuando presenció cómo un auto atropelló y mató a una cierva en una autopista de Ohio. El hecho la motivó a adoptar una misión.
Proger rescató en ese momento a un cervatillo macho de pocos días de nacido. La rescatista relató al medio The Dodo que el pequeño animal circulaba desconsoladamente alrededor del cuerpo de su madre al borde de la ruta.
A pesar de que el Departamento de Recursos Naturales de Ohio (ODNR) amenazó con quitárselo y sacrificarlo, Proger logró conservarlo. Nombró al cervatillo Wheezer y lo describió en 2015 como "como un perro grande".
Tras la adopción de Wheezer, Proger amplió su esfuerzo, llegando a rescatar al menos otros cuatro ciervos. Las fotografías compartidas en sus redes sociales mostraban al venado con enormes astas de seis puntas.
¿El ciervo más famoso de la granja fue el atacante?
A pesar de la especulación pública que señalaba directamente a Wheezer como el animal que atacó y mató a la mujer, la familia de la víctima salió en defensa del venado, sumándose a casos de ataques de animales contra sus cuidadores.
Jennifer Bryan, hija de la víctima, defendió a Wheezer a través de una publicación en Facebook. Bryan negó la especulación al señalar que "Wheezer no mató a mi mamá" y explicó que el ciervo había sido castrado.
La castración de Wheezer fue un requisito establecido por el ODNR al momento de que Proger obtuviera el permiso necesario para el cuidado de la fauna. Su hija enfatizó que Proger tenía licencia para cuidar a los animales.
Jennifer Bryan agregó que su madre "conocía los peligros de poseer ciervos" y que "trabajó dentro del condado de Belmont para rescatar y ayudar a muchos animales a lo largo de su vida". Solicitó respeto para el duelo familiar.
MQ