Una joven galesa, identificada como Alex Macgillivray, compartió recientemente que fue diagnosticada con cáncer de ovario después de experimentar intensos dolores de espalda, un síntoma que inicialmente parecía inofensivo.
El dolor comenzó en enero, pero para junio había empeorado hasta volverse insoportable. Alex decidió intentar aliviarlo practicando yoga, creyendo que el ejercicio podría mejorar su condición. Sin embargo, además del dolor, empezó a notar una hinchazón abdominal considerable y episodios de estreñimiento, lo que la hacía sentirse y verse como si estuviera embarazada.
Preocupada por sus síntomas, visitó a un especialista, quien inicialmente sugirió que podría tratarse de apendicitis. "Sentía un dolor constante en la parte baja de la espalda, pero de vez en cuando tenía punzadas agudas en la ingle del lado derecho", explicó Alex. Al ver su abdomen distendido, muchos le sugerían que podría ser síndrome del intestino irritable (SII), pero ella sabía que algo más grave estaba ocurriendo.
Tras someterse a varios estudios médicos, los resultados fueron devastadores: tenía dos tumores en los ovarios, uno de cinco pulgadas y otro de tres. Este diagnóstico fue un golpe inesperado, ya que se encuentra planeando su boda con su pareja.
¿Por qué se desarrolla el cáncer?
Alex ahora se somete a tratamiento de quimioterapia con la esperanza de conservar sus ovarios y su fertilidad. A pesar del diagnóstico, mantiene la esperanza y sigue luchando por su salud.
El cáncer se desarrolla cuando las células normales del cuerpo comienzan a multiplicarse de manera descontrolada e invaden otros tejidos. Puede surgir en cualquier parte del cuerpo y, cuando se disemina a otras áreas, se le denomina cáncer metastásico. Este proceso de propagación se conoce como metástasis. El cáncer puede ser causado tanto por factores genéticos heredados como por influencias ambientales, como la exposición al humo del tabaco o la radiación ultravioleta.
Síntomas del cáncer de ovario
El cáncer de ovario es conocido como "el asesino silencioso" porque sus síntomas suelen ser sutiles y pueden confundirse con otras condiciones menos graves. A menudo, los signos no se presentan hasta que el cáncer ha avanzado, pero existen algunos síntomas comunes a los que se debe prestar atención:
Síntomas más frecuentes del cáncer de ovario:
Hinchazón abdominal persistente: Un abdomen inflamado o distendido es uno de los primeros signos.
Dolor abdominal o pélvico: Sensación de dolor o presión en el abdomen o la pelvis.
Dificultad para comer o sensación de saciedad rápida: Las personas afectadas pueden sentirse llenas después de comer muy poco.
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Problemas digestivos: Incluyen síntomas como náuseas, gases, estreñimiento o indigestión.
Cambios en los hábitos urinarios: Necesidad frecuente de orinar o urgencia para hacerlo, sin causa aparente.
Fatiga extrema: Sensación de agotamiento sin razón aparente.
Dolor de espalda: Puede ser constante y no relacionado con lesiones.
Pérdida o aumento inexplicable de peso.
Cambios menstruales: Sangrado irregular o fuera del ciclo normal.
Otros síntomas menos comunes:
Dolor durante las relaciones sexuales.
Sensación de malestar general.
Cambios en los hábitos intestinales, como diarrea o estreñimiento severo.
EC