Miles de mujeres en Suiza salieron de sus trabajos, quemaron sostenes y bloquearon el tránsito en una jornada de manifestaciones para exigir salarios más justos, más igualdad, y el fin del acoso y la violencia sexual.
Fue la primera protesta de este tipo en la nación alpina en 28 años.
El móvil de la huelga fue el descontento por el sexismo y la desigualdad laboral en la próspera Suiza. Muchas de las inconformes también exigían mayores salarios, en especial para las trabajadoras domésticas, las profesoras y las cuidadoras, trabajos que suelen ser desempeñados por mujeres.
Legisladoras suizas, la mayoría ataviadas de púrpura, el color del movimient, salieron del Parlamento en Berna, la capital, donde varios miles de mujeres se manifestaron, reportó la radiodifusora pública RTS.
Cientos de mujeres también bloquearon caminos cerca de la principal estación ferroviaria en Zúrich, el centro financiero del país.
Las manifestantes en el Parc Bertrand de Ginebra sostenían una manta en la que se afirmaba que sólo el 8% de los empleos de ingeniería son ejercidos por mujeres en Suiza, en contraste con el 91% de los empleos de ayuda doméstica.
La Oficina Federal Suiza de Estadísticas dice que, en promedio, las mujeres ganaron 12% menos que los hombres por trabajos similares _ la llamada “brecha salarial de género” _ hasta 2016, las cifras más recientes disponibles.
En la tarde en Ginebra, miles de mujeres vestidas de púrpura llenaron la histórica plaza Plainpalais coreando consignas, ondeando banderas y sosteniendo letreros desafiantes, como uno que decía: “No toques mi útero”.
En Lausana, cientos de mujeres se reunieron en la catedral el jueves alrededor de la medianoche y marcharon hacia el centro para prenderle fuego a tablones de madera, arrojando a él artículos como corbatas y sostenes. Algunas mujeres subieron a los muros de la catedral para gritar la hora, una tradición suiza que suele ser realizada por hombres.
Los eventos del viernes hicieron recordar las protestas del 14 de junio de 1991, en las que participaron miles de suizas para condenar la discriminación.