Imagina residir en un lugar donde se confecciona un muñeco de trapo por cada habitante que ha muerto, suena inusual ¿verdad? Pero esto es lo que ocurre en Nagoro, Japón. El poblado está al sur del país; actualmente sólo tiene 24 habitantes con vida y tiene al menos 180 muñecos.
Hace años había unos tres mil residentes en Nagoro, sin embargo, las personas comenzaron a mudarse y otros naturalmente murieron. Ante el panorama desolador y triste, Tsukimi Ayano decidió crear estos peculiares muñecos de trapo.
Tsukimi narró que nació en Nagoro pero vivió durante un tiempo en Osaka. Su padre, quien residía en el poblado, le comentó en una ocasión que ya no tenía con quien hablar o jugar a las cartas y que esto provocaba que estuviera muriendo de tristeza. Por ello, Tsukimi volvió a Nagoro y comenzó a confeccionar muñecos de tamaño natural por cada poblador que ya no estaba.
Los muñecos fueron acomodados en granjas, bares, cercas, escuelas e incluso, en las paradas de autobús. Según Tsukimi, el propósito de estos muñecos es revivir los recuerdos de lo que un día fue, no obstante, a algunos les da miedo transitar por el poblado perdido en medio de las montañas.
En el lugar ni siquiera hay WiFi pero ese no es el problema principal, sino que algunos habitantes y turistas afirman que los muñecos cambian de posición durante la madrugada y estos desplazamientos no tienen explicación alguna.
Aun con ello y aunque Nagoro ha capturado la atención de varios, el poblado se está convirtiendo en un pueblo fantasma o en un museo al aire libre.
Hay escuelas cerradas desde hace más de ocho años, donde sólo ingresan los turistas para observar a los muñecos inertes que reemplazaron a profesores y alumnos. ¿Qué opinas?, ¿te gustaría conocer Nagoro? El pueblo casi fantasma de muñecos a tamaño real.
MRG