Este martes se reportó el naufragio de una embarcación frente a las costas de Wimereux, así lo afirmó el ministro de interior francés, Gerald Darmanin. Hasta ahora se reportan al menos 12 migrantes muertos, quienes intentaban llegar de manera irregular a las costas inglesas.
El fiscal de Boulogne-sur-Mer, Guirec le Bras, indicó que los migrantes naufragados eran "esencialmente eritreos", es decir de Eritrea, país del noreste de África, y que entre los fallecidos, la mitad de ellos menores, había diez mujeres y dos hombres.
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A consecuencia de este hecho el ministro saliente pidió un "tratado migratorio entre Gran Bretaña y la Unión Europea" para poner fin a los cruces de migrantes.
"Menos de ocho personas tenían un chaleco salvavidas proporcionado por los traficantes", lamentó, subrayando la determinación de los que cruzan el canal para "reunirse con una familia y trabajar en condiciones que a veces no son aceptables en Francia".
El gobierno británico lamentó por su parte la "horrible y profundamente trágica" muerte de estos migrantes.
¿Qué ocurrió con la embarcación?
Un buque fletado por el Estado, el Minck, avistó la embarcación en dificultades con más de 60 personas a bordo y cuando esta se rompió, acudió al rescate, declaró a AFP el teniente Étienne Baggio.
Buques militares, pesqueros y helicópteros de los bomberos y de la Marina, entre otros, se encuentran movilizados para socorrer a los migrantes en la operación que sigue en curso, precisó Baggio.
Las travesías de migrantes en embarcaciones precarias suelen ser numerosas en esta época del año, cuando el verano toca a su fin en Europa. Su objetivo es llegar al Reino Unido, pero a veces no lo consiguen.
¿Han ocurrido otros naufragios en esta zona?
Antes de este naufragio, ocurrió uno en el 2024 que ha sido catalogado como ‘el más mortal’, en el que 25 personas perdieron la vida. Otro más ocurrió en 2023 en el que fallecieron 12 personas.
Desde inicios de 2024, 21 mil 615 migrantes realizaron esta peligrosa travesía, según cifras oficiales británicas.
Tras su llegada al poder en julio, el nuevo primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, prometió acelerar el tratamiento de las solicitudes de asilo y reforzar las fronteras, así como la lucha contra los traficantes de migrantes.
La semana pasada, el gobierno británico prometió aumentar significativamente la expulsión a sus países de origen de los solicitantes de asilo a los que se rechace su demanda y de las personas que permanezcan de forma ilegal.
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