El gobierno español aprobó presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional (TC) contra la reforma del reglamento del Parlamento de Cataluña, que permite acelerar la aprobación de leyes regionales encaminadas a la independencia de esa región.
El presidente de España, Mariano Rajoy, anunció ese recurso ante unos independentistas que quieren imponer "a las bravas" su proyecto "radical y divisivo".
Los independentistas que gobiernan Cataluña planean celebrar un referéndum soberanista el 1 de octubre - aún no convocado - y, al mismo tiempo, impulsan futuras leyes para la hipotética desconexión de ese territorio respecto a España.
El Consejo de Ministros presidido por Rajoy hizo suyo el informe del Consejo de Estado - órgano consultivo - que avala el recurso de inconstitucionalidad porque considera que ese proceso legislativo es ilegal, ya que la Constitución impide la independencia de cualquier parte del territorio nacional.
La mayoría separatista del Parlamento regional catalán apoyó este miércoles una modificación de su reglamento que pretende acortar los plazos de debate y tramitación de propuestas legislativas para impulsar una separación rápida de España, pues serían aprobadas por un procedimiento abreviado de "lectura única", sin revisión.
La admisión a trámite por parte del Tribunal Constitucional supondría la paralización de la reforma reglamentaria.
Esta reforma permite aprobar en un solo día las llamadas "leyes de desconexión".
Rajoy argumentó hoy que con este recurso el gobierno cumple con su obligación de velar por la legalidad, defendiendo a la vez a las instituciones autonómicas catalanas y a sus funcionarios, que "no pueden ser utilizados al servicio de una actuación abiertamente contraria al derecho".
Además, señaló que la reforma del reglamento del Parlamento catalán tiene como objetivo aprobar las leyes con las que se pretende liquidar la Constitución española y el propio Estatuto de Autonomía.
La sociedad catalana, según Rajoy, "necesita que se les proteja de un proyecto radical y divisivo, que se intenta imponer a las bravas".
"No habrá referéndum el 1 de octubre", advirtió, y argumentó que no lo habrá porque el Tribunal ha dicho claramente que es inconstitucional y por lo tanto ilegal, porque va directamente contra la propia arquitectura constitucional que "ha dado a Cataluña el mayor nivel de autogobierno de toda su historia".
Rajoy insistió en que él siempre ha estado dispuesto "a dialogar de la mejor manera en beneficio de todos", pero recalcó que lo que "nadie puede pretender" es que negocie la ruptura de la Constitución, que es patrimonio del conjunto de los españoles.