Las autoridades que intentan contener un brote de sarampión en un condado al norte de la ciudad de Nueva York prohibieron que las personas sin vacunar y que hayan quedado expuestas a la enfermedad asistan a lugares públicos, incluidos templos, hasta por tres semanas.
El condado Rockland anunció la medida un día después de que la ciudad de Nueva York cerrara un kínder por incumplir los requerimientos de la vacuna contra el sarampión.
Tanto el condado como la ciudad enfrentan dificultades para contener el aumento en el número de casos de sarampión focalizados en vecindarios judíos ultra ortodoxos mientras enfrentan demandas por su intento de volver obligatorias las obligatorias.
El condado Rockland emitió su orden a tres días del inicio de la Pascua Judía, cuando muchas familias viajan juntas y se reúnen en sinagogas.
“¿Necesitamos esperar a que alguien muera?”, preguntó el director ejecutivo del condado Rockland, Ed Day, al anunciar la mentira.
La Junta de Salud de la ciudad de Nueva York votará hoy sobre extender la declaratoria de emergencia de la semana pasada que ordena la aplicación obligatoria de vacunas en cuatro zonas postales de Brooklyn.
Las autoridades de salud confirmaron 329 casos de sarampión en la ciudad y 184 en Rockland desde que inició el brote de esta enfermedad altamente contagiosa, en octubre pasado.
Después de anunciar la orden de vacunación el 9 de abril, la ciudad adoptó la medida de cerrar el kínder de una escuela privada judía que no entregó los expedientes de vacunación y de asistencia.
“Lo importante aquí es la protección de los niños y también la protección de los adultos, entre ellos mujeres embarazadas, pacientes sujetos a tratamientos como quimioterapia, algunos personas mayores con un estado de salud vulnerable”, dijo el alcalde Bill de Blasio en una entrevista televisiva.