NUEVA YORK .- La Organización Panamericana de la Salud insistió el martes en la importancia de controlar la pandemia del coronavirus en Nicaragua.
Ciro Ugarte, director de emergencias en salud del organismo, dijo que el gobierno nicaragüense le comunicó hace una semana que informaría sobre la situación a través del reglamento sanitario internacional y permitiría las visitas a establecimientos de salud, pero “hasta el momento ninguna de esas acciones se ha materializado”.
El experto señaló que la OPS ha renovado su compromiso de apoyar gobierno de Daniel Ortega para reducir el impacto sobre la población.
"En este sentido creemos que si podemos canalizar la situación dentro del país, podemos brindar una mejor cooperación”, indicó.
El gobierno de Ortega ha recibido críticas por resistirse a imponer medidas para controlar los contagios durante más de dos meses desde la aparición del primer caso.
Por la tarde, desde el país centroamericano, el el Ministerio de Salud dijo que se duplicó la cifra de muertos por el virus —de 8 a 17 en una semana— y elevó el total de contagios de 25 a 254 el total de contagios.
La ministra de Salud, Martha Reyes, precisó en televisión que otras 470 personas estuvieron en los últimos días bajo “seguimiento responsable y cuidadoso”, pero no aclaró si se trata de casos confirmados o sospechosos. Agregó que en la última semana se reportó la muerte de personas por afectaciones como tromboembolismo pulmonar y diabetes mellitus sin dar más detalles.
El gobierno ha manejado de manera confusa y restringida la información sobre la pandemia en medio de denuncias de nicaragüenses que aseguran que muchos supuestos decesos por COVID-19 se diagnostican como “neumonía atípica” o “paro respiratorio”, aunque se ordena su sepultura inmediata siguiendo los protocolos dictados para la actual pandemia.
En la víspera Ortega reveló que desde enero al 15 de mayo pasado, 309 nicaragüenses murieron por neumonía y dijo que “algunos” de esos casos están relacionados con el coronavirus.
Las nuevas estadísticas oficiales, si bien reflejan un notorio incremento, contrastan con el más reciente reporte del grupo no gubernamental Observatorio Ciudadano, que contabiliza un acumulado de 351 muertes por neumonía y sospechosas de COVID-19, y 1.594 supuestos casos positivos en el país.
En tanto, Chile alcanzó una cifra récord de nuevos casos y fallecidos en un día, 3.520 y 31, respectivamente, totalizando 49.579 infectados y 509 decesos. La capital y sus alrededores concentran cerca del 85% del total de contagiados y muertos.
Al menos 5% de los nuevos contagiados necesitará una cama de cuidados intensivos y un ventilador en los próximos días, recargando aún más al sistema de salud que tiene en uso un 95% de estas unidades. Por ello, el gobierno ordenó a los centros médicos privados aumentar la disponibilidad de camas de cuidados críticos en un 20% en seis días y duplicarlas en un mes.
“Estamos en un momento muy complejo, muy difícil”, señaló el ministro de Salud, Jaime Mañalich. “Lo vamos a fiscalizar diariamente para que se cumpla. Esto no es una solicitud, es una orden”, agregó.
La autoridad dijo que la oferta de camas en el sistema público fue duplicada en el último mes y medio, mientras que en el sector privado sólo ha crecido un 10%.
En Bolivia, las protestas se han incrementado a medida que se prolonga la cuarentena que ya se acerca a los dos meses mientras la curva de contagios sigue en ascenso con 4.089 casos y 174 decesos.
El martes, habitantes de una localidad rural del altiplano dinamitaron un cerro para bloquear una ruta que conecta La Paz con otras ciudades en demanda de una flexibilización del encierro. En Cochabamba, en el centro del país, vecinos de un suburbio mantienen cortada una ruta de acceso al relleno sanitario mientras la basura lleva ocho días acumulándose en las calles.
En la región de Santa Cruz, en el oriente, otra vital ruta continúa tomada por vecinos que reclaman la realización de las suspendidas elecciones presidenciales y el levantamiento de la cuarentena.
En varias ciudades bolivianas crecen las críticas al gobierno por la gestión de la crisis sanitaria y la prolongada cuarentena que ha dejado sin fuente de empleo a miles de personas. Las autoridades denunciaron móviles políticos en las protestas presuntamente alentados por el expresidente Evo Morales (2006-2019).
En Argentina, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, informó que durante la última semana se realizaron entre 500 y 650 pruebas diarias en la capital y que el 30% fueron positivas, lo que atribuyó a “búsquedas activas” de casos sospechosos. En la poblada provincia de Buenos Aires se realizaron entre 650 y 950 testeos diarios y el porcentaje de positivos fue de poco más del 10%.
Las discrepancias entre ambas jurisdicciones sobre las estrategias para combatir la propagación del coronavirus se acentuaron en los últimos días. Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, cuestionó a las opositoras autoridades de la capital por autorizar la reapertura de algunos rubros de negocios y los paseos de los niños durante una hora el fin de semana.
La ciudad de Buenos Aires es la más afectada por el COVID-19 con más de 3.400 casos y más de 120 fallecidos del total de 7.987 infectados y 384 muertos en todo el país.
Por su parte, el gobierno de México dio a conocer un documento con las medidas sanitarias que deberán seguir las empresas de la construcción, minería y fabricación de transportes cuando reanuden las actividades a partir del 1 de junio.
El país reporta 51.633 casos y 5.332 decesos, aunque las autoridades han reconocido que probablemente hay muchos más.
Desde Colombia, el alcalde de Cúcuta, Eugenio Rangel, pidió más colaboración al gobierno para el control de más de 6.000 inmigrantes venezolanos que están en diferentes partes de la ciudad -que tiene unos 96.000 habitantes- ante el temor de un incremento en los casos.
Colombia reportar 16.295 casos positivos y 592 fallecidos.
Horas después, en un mensaje dirigido a la 73ª Asamblea Mundial de la Salud, el presidente Iván Duque pidió a los miembros de la Organización Mundial de la Salud mayor cooperación y trabajar en unión para fabricar una vacuna contra el virus.
En el evento virtual de dos días participan 192 ministros de Salud y altas autoridades de los diferentes países miembros de la OMS, que tienen como objetivo principal discutir sobre la preparación y respuesta a la pandemia.
En América Latina se han registrado a la fecha más de 493.000 contagios y más de 31.100 muertos, con Brasil con la mayor cantidad de infecciones y decesos.
A nivel mundial se han infectado más de 4,8 millones de personas y muerto más de 321.300, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.
En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e incluso la muerte.
mvls
NUEVA YORK .- La Organización Panamericana de la Salud insistió el martes en la importancia de controlar la pandemia del coronavirus en Nicaragua.
Ciro Ugarte, director de emergencias en salud del organismo, dijo que el gobierno nicaragüense le comunicó hace una semana que informaría sobre la situación a través del reglamento sanitario internacional y permitiría las visitas a establecimientos de salud, pero “hasta el momento ninguna de esas acciones se ha materializado”.
El experto señaló que la OPS ha renovado su compromiso de apoyar gobierno de Daniel Ortega para reducir el impacto sobre la población.
"En este sentido creemos que si podemos canalizar la situación dentro del país, podemos brindar una mejor cooperación”, indicó.
El gobierno de Ortega ha recibido críticas por resistirse a imponer medidas para controlar los contagios durante más de dos meses desde la aparición del primer caso.
Por la tarde, desde el país centroamericano, el el Ministerio de Salud dijo que se duplicó la cifra de muertos por el virus —de 8 a 17 en una semana— y elevó el total de contagios de 25 a 254 el total de contagios.
La ministra de Salud, Martha Reyes, precisó en televisión que otras 470 personas estuvieron en los últimos días bajo “seguimiento responsable y cuidadoso”, pero no aclaró si se trata de casos confirmados o sospechosos. Agregó que en la última semana se reportó la muerte de personas por afectaciones como tromboembolismo pulmonar y diabetes mellitus sin dar más detalles.
El gobierno ha manejado de manera confusa y restringida la información sobre la pandemia en medio de denuncias de nicaragüenses que aseguran que muchos supuestos decesos por COVID-19 se diagnostican como “neumonía atípica” o “paro respiratorio”, aunque se ordena su sepultura inmediata siguiendo los protocolos dictados para la actual pandemia.
En la víspera Ortega reveló que desde enero al 15 de mayo pasado, 309 nicaragüenses murieron por neumonía y dijo que “algunos” de esos casos están relacionados con el coronavirus.
Las nuevas estadísticas oficiales, si bien reflejan un notorio incremento, contrastan con el más reciente reporte del grupo no gubernamental Observatorio Ciudadano, que contabiliza un acumulado de 351 muertes por neumonía y sospechosas de COVID-19, y 1.594 supuestos casos positivos en el país.
En tanto, Chile alcanzó una cifra récord de nuevos casos y fallecidos en un día, 3.520 y 31, respectivamente, totalizando 49.579 infectados y 509 decesos. La capital y sus alrededores concentran cerca del 85% del total de contagiados y muertos.
Al menos 5% de los nuevos contagiados necesitará una cama de cuidados intensivos y un ventilador en los próximos días, recargando aún más al sistema de salud que tiene en uso un 95% de estas unidades. Por ello, el gobierno ordenó a los centros médicos privados aumentar la disponibilidad de camas de cuidados críticos en un 20% en seis días y duplicarlas en un mes.
“Estamos en un momento muy complejo, muy difícil”, señaló el ministro de Salud, Jaime Mañalich. “Lo vamos a fiscalizar diariamente para que se cumpla. Esto no es una solicitud, es una orden”, agregó.
La autoridad dijo que la oferta de camas en el sistema público fue duplicada en el último mes y medio, mientras que en el sector privado sólo ha crecido un 10%.
En Bolivia, las protestas se han incrementado a medida que se prolonga la cuarentena que ya se acerca a los dos meses mientras la curva de contagios sigue en ascenso con 4.089 casos y 174 decesos.
El martes, habitantes de una localidad rural del altiplano dinamitaron un cerro para bloquear una ruta que conecta La Paz con otras ciudades en demanda de una flexibilización del encierro. En Cochabamba, en el centro del país, vecinos de un suburbio mantienen cortada una ruta de acceso al relleno sanitario mientras la basura lleva ocho días acumulándose en las calles.
En la región de Santa Cruz, en el oriente, otra vital ruta continúa tomada por vecinos que reclaman la realización de las suspendidas elecciones presidenciales y el levantamiento de la cuarentena.
En varias ciudades bolivianas crecen las críticas al gobierno por la gestión de la crisis sanitaria y la prolongada cuarentena que ha dejado sin fuente de empleo a miles de personas. Las autoridades denunciaron móviles políticos en las protestas presuntamente alentados por el expresidente Evo Morales (2006-2019).
En Argentina, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, informó que durante la última semana se realizaron entre 500 y 650 pruebas diarias en la capital y que el 30% fueron positivas, lo que atribuyó a “búsquedas activas” de casos sospechosos. En la poblada provincia de Buenos Aires se realizaron entre 650 y 950 testeos diarios y el porcentaje de positivos fue de poco más del 10%.
Las discrepancias entre ambas jurisdicciones sobre las estrategias para combatir la propagación del coronavirus se acentuaron en los últimos días. Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, cuestionó a las opositoras autoridades de la capital por autorizar la reapertura de algunos rubros de negocios y los paseos de los niños durante una hora el fin de semana.
La ciudad de Buenos Aires es la más afectada por el COVID-19 con más de 3.400 casos y más de 120 fallecidos del total de 7.987 infectados y 384 muertos en todo el país.
Por su parte, el gobierno de México dio a conocer un documento con las medidas sanitarias que deberán seguir las empresas de la construcción, minería y fabricación de transportes cuando reanuden las actividades a partir del 1 de junio.
El país reporta 51.633 casos y 5.332 decesos, aunque las autoridades han reconocido que probablemente hay muchos más.
Desde Colombia, el alcalde de Cúcuta, Eugenio Rangel, pidió más colaboración al gobierno para el control de más de 6.000 inmigrantes venezolanos que están en diferentes partes de la ciudad -que tiene unos 96.000 habitantes- ante el temor de un incremento en los casos.
Colombia reportar 16.295 casos positivos y 592 fallecidos.
Horas después, en un mensaje dirigido a la 73ª Asamblea Mundial de la Salud, el presidente Iván Duque pidió a los miembros de la Organización Mundial de la Salud mayor cooperación y trabajar en unión para fabricar una vacuna contra el virus.
En el evento virtual de dos días participan 192 ministros de Salud y altas autoridades de los diferentes países miembros de la OMS, que tienen como objetivo principal discutir sobre la preparación y respuesta a la pandemia.
En América Latina se han registrado a la fecha más de 493.000 contagios y más de 31.100 muertos, con Brasil con la mayor cantidad de infecciones y decesos.
A nivel mundial se han infectado más de 4,8 millones de personas y muerto más de 321.300, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.
En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e incluso la muerte.
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