PANAMÁ. — Las autoridades de Panamá buscaban el viernes respuestas a la situación de los casi 2 mil migrantes irregulares --entre ellos haitianos, cubanos y africanos-- que han quedado varados en albergues en la selvática provincia de Darién debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
El gobierno se movilizó a esa zona en la frontera con Colombia, que se ha convertido en uno de los más recientes focos de contagios y en medio del malestar de los migrantes que exigen ayuda y que se les permita seguir su trayecto por tierra hacia el norte del continente.
Las autoridades de salud no habían informado de casos positivos en los albergues, aunque autoridades locales del Darién afirman que sí los hay, mientras reportes de la prensa local dicen que recién se aisló a un grupo de 50 migrantes sospechosos.
“Los migrantes han sido atendidos desde que fuimos alertados de una posible pandemia”, aseguró la víspera el director del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá, Oriel Ortega.
Un plan denominado “Flujo controlado”, mediante el cual los migrantes que ingresaban por la peligrosa jungla de Darién eran recibidos en albergues y luego sacados por carretera a la frontera con Costa Rica, fue suspendido en marzo luego que el gobierno panameño cerró sus fronteras y restringió la movilidad como parte de las medidas para contener la propagación de la enfermedad.
Ello prolongó el confinamiento de unos mil 687 migrantes en la comunidad indígena de Peñitas y de 297 en la de Bajo Chiquito, según cifras ofrecidas por la oficina de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá.
Los migrantes proceden principalmente de Haití, Cuba y de países de África y Asia Meridional que buscan llegar a Norteamérica.
Panamá registraba hasta el jueves por la tarde 3 mil 809 personas con el virus y 109 defunciones. Si bien las zonas metropolitanas y periféricas de la capital son las que más casos acumulan, el número de infectados alcanzó los 111 en Darién, según el reporte más reciente.
En un video grabado con un celular divulgado en las redes sociales el jueves, un migrante haitiano rodeado de un grupo en Peñitas asegura en español que supuestamente no tienen casos de coronavirus ni muertes por la enfermedad.
Afirma que llevan casi dos meses confinados y que pasan dificultades con la comida, el agua y el cuidado de las autoridades. También dice que han gastado el dinero destinado para su travesía al norte, y le da un plazo a las autoridades para que resuelvan su situación.
El gobierno no confirmó ni negó el video, aunque en la tarde del jueves se informaba de la visita de la comisión de alto nivel en Darién, para cerciorarse de lo que pasa y tomar decisiones, dijo el comisionado Ortega.
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PANAMÁ. — Las autoridades de Panamá buscaban el viernes respuestas a la situación de los casi 2 mil migrantes irregulares --entre ellos haitianos, cubanos y africanos-- que han quedado varados en albergues en la selvática provincia de Darién debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
El gobierno se movilizó a esa zona en la frontera con Colombia, que se ha convertido en uno de los más recientes focos de contagios y en medio del malestar de los migrantes que exigen ayuda y que se les permita seguir su trayecto por tierra hacia el norte del continente.
Las autoridades de salud no habían informado de casos positivos en los albergues, aunque autoridades locales del Darién afirman que sí los hay, mientras reportes de la prensa local dicen que recién se aisló a un grupo de 50 migrantes sospechosos.
“Los migrantes han sido atendidos desde que fuimos alertados de una posible pandemia”, aseguró la víspera el director del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá, Oriel Ortega.
Un plan denominado “Flujo controlado”, mediante el cual los migrantes que ingresaban por la peligrosa jungla de Darién eran recibidos en albergues y luego sacados por carretera a la frontera con Costa Rica, fue suspendido en marzo luego que el gobierno panameño cerró sus fronteras y restringió la movilidad como parte de las medidas para contener la propagación de la enfermedad.
Ello prolongó el confinamiento de unos mil 687 migrantes en la comunidad indígena de Peñitas y de 297 en la de Bajo Chiquito, según cifras ofrecidas por la oficina de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá.
Los migrantes proceden principalmente de Haití, Cuba y de países de África y Asia Meridional que buscan llegar a Norteamérica.
Panamá registraba hasta el jueves por la tarde 3 mil 809 personas con el virus y 109 defunciones. Si bien las zonas metropolitanas y periféricas de la capital son las que más casos acumulan, el número de infectados alcanzó los 111 en Darién, según el reporte más reciente.
En un video grabado con un celular divulgado en las redes sociales el jueves, un migrante haitiano rodeado de un grupo en Peñitas asegura en español que supuestamente no tienen casos de coronavirus ni muertes por la enfermedad.
Afirma que llevan casi dos meses confinados y que pasan dificultades con la comida, el agua y el cuidado de las autoridades. También dice que han gastado el dinero destinado para su travesía al norte, y le da un plazo a las autoridades para que resuelvan su situación.
El gobierno no confirmó ni negó el video, aunque en la tarde del jueves se informaba de la visita de la comisión de alto nivel en Darién, para cerciorarse de lo que pasa y tomar decisiones, dijo el comisionado Ortega.
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