Fuentes internas del Vaticano informaron este viernes que el Papa Francisco renunció a presidir una misa el próximo domingo en la basílica de San Pedro, ya que continúa convaleciente tras una operación de colon que tuvo lugar el pasado 4 de julio.
Confirmaron sin embargo que Francisco se asomará a la ventana del palacio apostólico al mediodía del domingo para la tradicional oración del Ángelus, tal como lo hizo la semana anterior.
El pontífice tenía programado presidir una misa solemne por la Jornada Mundial de los Abuelos y las personas de la tercera edad en la basílica vaticana, la cual es una celebración muy larga, de cerca dos horas de duración, durante la cual suele permanecer casi siempre de pie y pronuncia una homilía. Dicha misa será presidida, en su lugar, por un prelado de la Curia romana, el obispo Rino Fisichella.
El papa argentino, de 84 años, fue dado de alta del hospital romano tras diez días internado, se detuvo en la basílica de Santa María la Mayor antes de regresar a su residencia en la Ciudad del Vaticano. El papa se movilizó en silla de ruedas dentro de la basílica, según fotografías divulgadas por medios locales.
Francisco sufre también de una ciática crónica que lo obliga a cojear y que le causa fuertes dolores por lo que en varias ocasiones ha tenido que renunciar a celebrar ceremonias oficiales.
Sin cambio de planes continúa la serie de viajes al exterior que tiene programados para este año, entre ellos uno del 12 al 15 de septiembre a Eslovaquia, con una etapa de pocas horas a Budapest, capital de Hungría.
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