El papa Francisco encabezó un servicio religioso en el interior el Viernes Santo, pero los médicos le ordenaron que se saltara una procesión nocturna al aire libre del "Vía Crucis" en el Coliseo de Roma después de haber sido hospitalizado la semana pasada por una bronquitis.
Francisco siguió el servicio desde su residencia en el Vaticano como medida de precaución después de que la temperatura bajara en Italia en los últimos días y una ligera nevada cayera en las afueras de Roma el jueves.
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Se esperaba que la temperatura en Roma cayera a unos 10 grados centígrados el viernes 7 de abril por la noche. Durante las pasadas Navidades hizo más calor.
Durante el tradicional servicio religioso, el papa, de 86 años, suele sentarse al aire libre cerca de la sección superior del Coliseo, que puede resultar ventosa, mientras los participantes procesionan sosteniendo una cruz, en su mayoría alrededor de la base del antiguo monumento.
Las meditaciones de este año recogen los comentarios que migrantes, refugiados y víctimas de la guerra o de la trata de seres humanos hicieron al papa en diversos actos durante sus viajes o en el Vaticano durante el año pasado. Dos oradores las leyeron ante una multitud de unas 20.000 personas que sostenían velas.
Francisco pasó cuatro días en el hospital para tratarse una bronquitis, se recuperó rápidamente con terapia antibiótica y reanudó sus actividades públicas el pasado domingo.
En este año fue la primera vez desde su elección en 2013 que Francisco faltó a un acto del Vía Crucis. Durante la pandemia de COVID-19, se trasladó al Vaticano y se celebró en una versión reducida, pero Francisco la presidió.
El último papa que faltó a un Vía Crucis del Viernes Santo fue Juan Pablo II. Sus problemas de salud le impidieron abandonar el Vaticano en las últimas semanas de su vida, en 2005.
Francisco asistió por la tarde a una misa de la "Pasión del Señor" en la Basílica de San Pedro, en la que escuchó a tres cantores y a un coro relatar en latín las últimas horas de la vida de Jesús.
El Vaticano no anunció ningún cambio en el resto de la agenda de Semana Santa del papa.
El sábado por la noche presidirá la vigilia pascual en la basílica de San Pedro, y el domingo de Pascua celebrará una misa en la plaza de San Pedro y pronunciará la bendición y el mensaje "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) en la plaza de San Pedro.
La bendición del Domingo de Pascua se lleva a cabo desde el balcón central exterior de la basílica al mediodía del 9 de abril.
JB